Las fuentes que generan la riqueza se agotan

La salida del ministro de Economía Martín Lousteau, no significa nada, como tampoco el ingreso de un nuevo actor al Palacio de Hacienda, como es Carlos Fernández. El problema es la inflación, que una vez más se lleva por delante las aspiraciones de un modelo “heterodoxo”. ¿En qué consiste la heterodoxia de estos modelos? Básicamente en negar las leyes económicas que la humanidad tardó dos siglos en clarificar, algunas de las cuales son las siguientes:
1- Si existe un mercado no es posible alterar sus valores de equilibrio sin provocar una cadena de otros desequilibrios. El mercado de algún modo hará el ajuste.
2- La tentación de fijar precios, por ejemplo: el tipo de cambio nominal no logrará efectos sobre el tipo de cambio real, porque éste buscará su equilibrio. De hecho, el tipo de cambio real en Argentina ya está en el mismo nivel que tenía durante la convertibilidad (2001).
3- La inflación no se origina en los mostradores de los almaceneros ni en los corrales de los criadores de ganado, sino en el Banco Central.
4- El sistema de las economías de mercado funciona sobre el principio de los incentivos privados (los beneficios). Si se eliminan los incentivos se eliminan las inversiones y la capacidad productiva se contrae. Ejemplo: la producción agropecuaria va a contraerse si el Gobierno se apropia de los excedentes (con las últimas retenciones el gobierno se apropia de un porcentaje que oscila entre 80% y 90% de los beneficios).
5- Los excedentes generados por los empresarios en gran medida se destinan a nuevas inversiones, los apropiados por el Gobierno se dirigen a financiar el gasto. Ejemplo: los excedentes del agro permitieron incrementar las cantidades exportadas en 500% (durante los últimos 10 años).¿Con qué va a financiarse el Gobierno si los empresarios no desean invertir y por tanto el PBI deja de crecer?
6- Los gobiernos pueden destruir el termómetro, pero no conseguirán eliminar la fiebre. Ejemplo: la destrucción del Indec ha permitido la generación de unas expectativas inflacionarias crecientes (superan el 30%) que sin duda van a influir en la inflación real (que no será la medida por el organismo). Tenemos así tres tasas diferentes de inflación para 2008: la primera es la tasa esperada (mayor a 30%); la segunda es la tasa de inflación oficial (alrededor de 10%) y la tercera será la verdadera (solamente posible de estimar pero no de medir con el Indec destruido).
7.- Con tasa de inflación desconocida todas las cifras oficiales son falsas: a) tasa de inflación, b) porcentaje de pobreza, c) crecimiento de la economía, d) producto real, y e) tipo de cambio real.
8.- Con datos verdaderos es difícil lograr diagnósticos verdaderos , pero con datos falsos es imposible.
En síntesis: las perspectivas no son alentadoras. La fuerza principal que impulsaba al crecimiento -el sector exportador- ha recibido una fuerte señal negativa por parte de quien debería haber sido su socio estratégico: el Gobierno, que actúa como un señor feudal y pretende apoderarse de la totalidad del excedente). Si los agricultores reducen su superficie sembrada, si los consumidores huyen de una moneda que promete devaluarse frente a los bienes y si los empresarios son perseguidos por Moreno, iremos hacia el final del crecimiento y no habrá concentración del poder político que pueda compensar el agotamiento de las fuentes económicas de creación de riqueza.