Considerando el desenvolvimiento de los eventos económicos y políticos de los últimos días, la renuncia del ministro de Economía, Martín Lousteau, era esperada.
Tal como lo señaló Lousteau, para evitar una aceleración en la inflación es necesario políticas más ortodoxas -“enfriando la economía”- a través de menor gasto público y subsidios. Ello, entre otros acontecimientos, resultó inaceptable para la actual conducción y finalizó con el alejamiento del ministro de Economía.
Sin embargo, y aún cuando el Gobierno insista con continuar con su política económica, deberá ocurrir alguna de las siguientes opciones:
1- Aumentar el superávit fiscal, enfriando la economía, es decir con menor gasto público, opción que según Néstor Kirchner no será aplicada, o con mayores ingresos, lo cual es cada vez más difícil y tiene un límite, que se puso de manifiesto en el reciente conflicto con el sector agrícola.
2- Continuar recurriendo a la emisión monetaria, con el consecuente impacto sobre los precios y la escalada inflacionaria que estamos viviendo. Ello tiene altos costos sociales y políticos.
3- Que el contexto internacional sea lo suficientemente favorable como para sostener los desajustes domésticos, lo cual es totalmente ajeno a las decisiones de política interna.
Posibles consecuencias
De acuerdo con la o las opciones que elija el Gobierno, estas tendrán impacto sobre la economía de Tucumán. En el primer caso, es de esperar menos recursos por distintas formas de transferencias que realiza la Nación a la Provincia. Si la opción es insistir con el aumento en las retenciones el efecto será nuevamente negativo para Tucumán, ya que estos impuestos no son coparticipables y una parte importante de la economía de Tucumán se basa en productos agrícolas. Ello adicionalmente impacta en forma adversa sobre las decisiones de inversión. Si la opción es la segunda, la inflación afecta a toda la población de Argentina y en particular a Tucumán, sobre todo al sector asalariado y al de menos recursos, por ser la inflación un impuesto regresivo y también no coparticipable.