"Una urgente convergencia"

Oposición, en política, es la fuerza en los cuerpos legislativos contraria a los actos del gobierno u oficialismo. En nuestro país, según datos del Cippec, uno de cada tres votantes lo hace condicionado por el clientelismo, el asistencialismo y las maniobras coercitivas del oficialismo gobernante.
En las democracias frágiles por su falta de transparencia institucional, inequidad, hegemonía, autoritarismo y por debilidad de los partidos políticos, surge entonces otra forma de oposición que trasciende al Parlamento, son los movimientos políticos y sociales que se oponen a las democracias de características "bananeras" y formales que, en el fondo, no constituyen ni un atisbo de democracia real, a pesar de estar montadas en el sufragio popular.
El rol de la oposición legislativa es principalmente de controlar los actos de gobierno, tarea que se hace difícil ante el ocultamiento de cifras, de actos administrativos y la aparición de institutos paralelos para burlar los controles públicos como son los fondos fiduciarios en manos del Estado. A eso se le suma la abrumadora suma de legisladores oficialistas y la "borocotización" de gran parte de la oposición.
La inflación y la constante suba de los servicios públicos generan un clima de vulnerabilidad social que impone la urgente convergencia de los movimientos sociales y políticos, no cooptados por el oficialismo, en una estrategia común que trascienda a las instituciones. Esto requiere una gran participación ciudadana, con respeto, tolerancia en el disenso y firmeza.