Julio Iglesias descansó en el cerro San Javier y luego partió a Brasil

A las 15, a bordo de su exclusivo jet privado, el cantante español despegó del aeropuerto tucumano con destino a Florianópolis. Anoche deslumbró a una multitud en Floresta. Indignado por las goteras del club: "el agua le caía en la cabeza".

AMANTE DEL SOL. Al astro madrileño le encanta relajarse bajo el cielo y broncearse. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO AMANTE DEL SOL. Al astro madrileño le encanta relajarse bajo el cielo y broncearse. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
28 Febrero 2008
Luego de disfrutar, durante la mañana, del clima y el pasaje del cerro San Javier, Julio Iglesias partió a las 15 desde el aeropuerto Benjamín Matienzo rumbo a Florianópolis, Brasil, a bordo de su exclusivo jet privado.  La aeronave es un Gulfstream G450 y sólo multimillonarios como Steven Spielberg y Bill Gates tienen un modelo similar.

Al parecer, Iglesias es un gran amante de los aviones, por lo cual tiene los mejores modelos, a los que decora a su gusto y paladar. En ellos siempre lleva manjares de nivel internacional ¿El detalle? Quien ingrese a la nave debe hacerlo descalzo, pero con medias.

Seducidas
El cantante español deslumbró anoche a una multitud, que soportó viento y lluvia para verlo brillar en el escenario. Después de una hora de canto y seducción, Iglesias volvió a subir a la tranquilidad del cerro San Javier, en cuyo hotel se hospedó.

Una mujer que anoche fue a verlo al club Floresta confió que el astro madrileño no estaría del todo conforme con el show que desplegó. Según dijo, Iglesias no disimuló su enojo cuando la lluvia evidenció las goteras del edificio. "El agua le caía en el piano y también en la calva. Se fue indignado", se río la fanática. LA GACETA.com ©

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