El productor salteño Víctor Languasco, responsable de la organización del recital de Julio Iglesias en Tucumán, denunció ayer formalmente que hubo reventa de entradas. El empresario admitió que es difícil dar con quienes lo hicieron, pero aclaró que hizo la denuncia con el objetivo de concientizar al público a cerca de la ilegalidad y la inconveniencia de estas prácticas. Languasco, en diálogo con LA GACETA, explicó que a partir de la publicación de la noticia de que se habían agotado las plateas, empezó la reventa. “En las colas que la gente seguía haciendo en los puntos de venta oficial, se acercaba alguien que daba un teléfono y un nombre. Después, el comprador se encontraba con el vendedor en un bar de San Martín y Muñecas”, contó. Según el productor, las entradas que originalmente se vendían a $ 140, se ofrecían luego a $ 200. Por eso, además de la denuncia, anoche se montó un discreto operativo para detectar las entradas de reventa. “Gente de la productora simuló una compra, y así supimos que lo que ofrecían eran dos filas de platea. Queremos advertirle al público que eso es un delito, y que afecta a quienes invertimos dinero y esfuerzo en acercar este tipo de espectáculo”, dijo.
Languasco señaló que esta maniobra no le reportará a él pérdidas económicas. “El que pierde es el que las compra más caras”, aclaró.
La denuncia fue radicada en la sección Defraudaciones y estafas de la Policía.