No saben, ni les importa, de quién es la responsabilidad; si del Gobierno, de la empresa o de la Fuerza Aérea. Los usuarios de Aerolíneas Argentinas, que ayer tuvieron que viajar a Santiago del Estero para volar a Buenos Aires, se definieron como rehenes de la crisis del transporte aéreo nacional.
Muchos viajeros se encontraron ayer con que el aeropuerto de Mal Paso, en Santiago del Estero no posee todas las prestaciones para albergar a tanta cantidad de gente. El bar es insuficiente (tiene apenas una decena de mesas) y el aire acondicionado central no funcionaba, justo cuando el calor era insoportable. Una de las víctima de esta anomalía fue la legisladora oficialista Olijela del Valle Rivas. Debido al problema de refrigeración que sufría la aeroestación, la parlamentaria estuvo paseando durante cuatro horas en su auto, para no sufrir el agobiante calor. "La provincia está totalmente aislada; no juzgaré quién tiene la culpa o la razón; pero los viajeros se perjudican", le dijo a una enviada especial de LA GACETA. Rivas reconoció que el Gobierno debería intervenir para subsanar el conflicto. "Amerita una reunión con la empresa y con el director del aeropuerto de Tucumán", dijo.
La mayoría de los pasajeros coincidió en que el Ejecutivo debería haber previsto el problema para evitar el conflicto. De este modo opinó Rodolfo Dagum, quien fue hasta Santiago del Estero a llevar a su esposa e hijo, que deben tomar un vuelo internacional. "Me parece una vergüenza que el Poder Ejecutivo no se entere de estos problemas; se podría haber hecho algo para prever esta situación, y no se hizo nada", se lamentó. Dagum, y otros usuarios, se quejaron por el costo de tiempo y dinero que implica trasladarse hasta Santiago; sobre todo cuando este gasto no estaba previsto en el presupuesto de nadie. "Estamos de acuerdo con que se cuide a los pasajeros pero nadie se hizo cargo de la parte económica", denunció.
Según Fernanda González, esta es la peor época para los vuelos en Tucumán. Por este motivo, el problema no la encontró desprevenida. "Tenemos que tomar un vuelo internacional y como Aerolíneas funciona mal, sacamos con una diferencia de dos días", celebró.
Nelly Sarrulle advirtió que la situación refleja la inseguridad aérea que hay en el país. "Cada vez es peor: nos vamos quedando sin trenes, ahora sin aviones", lamentó.