"El pueblo hoy lo vuelve un maestro"

A muchos tucumanos les resulta imposible encontrar palabras para definir a Atahualpa Yupanqui. Sin embargo, Josefina Racedo, amiga del creador y directora del Cerpacu, lo define con una frase sencilla y comprometida. "Fue un gran amigo. Tenía una memoria inolvidable. Fue un testimonio del pueblo", dijo.
Fiel testigo de la vida del legendario poeta y compositor, Racedo comentó que su extensa obra quedó de herencia no sólo a los tucumanos, sino a toda la cultura argentina. "Es un legado para la vida del pueblo argentino. Por eso, la obra de Yupanqui trasciende a través del pueblo", dijoY agregó: "Atahualpa eligió conocer a su pueblo, y esto hoy lo vuelve un maestro".
En sus comentarios Racedo no dejó de lado la política que acompaño a Yupanqui en los últimos años de su vida. "Nunca se guardó nada y dijo todo lo que pensaba, tanto a los sectores oficiales como en los privados. Los gobiernos no querían que hable. En el año 1991 no tenía trabajo en la Argentina, porque ya era un viejo y se fue a Europa. Fue muy ingrato por parte de la provincia dejarlo ir", recuerda Racedo. Y sus críticas no dejaron de lado a los funcionarios actuales. "Hoy esos políticos se enriquecen con su recuerdo", manifestó.
Racedo comentó también que todo artista folclórico echa raíces en la obra de Yupanqui. "La manera de vivir, el desinterés de lo económico, la libertad que tenía, formó la herencia que es la memoria del pueblo", indicó Racedo recuerda a su amigo en cada momento que compartieron en la provincia.