"En la división territorial hay cierto dedo que dibuja"

Aunque arbitrario, el hecho de que casi 1.000 km2 de Tucumán sean tierra sin jurisdicción, tiene un motivo: los cambios en la división política que sufrió la provincia. Al menos así lo cree el arquitecto Raúl Torres Zuccardi.
LA GACETA consultó al especialista -titular de la cátedra Urbanismo I de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT- para conocer las causas del origen de estos intersticios territoriales.
Parte de la extensa entrevista es transcrita a continuación.

-¿Qué son estos territorios?
-En Tucumán han ido quedando, como área de vacancia desde el punto de vista administrativo, unos espacios intersticiales entre jurisdicciones. No es un fenómeno que está concentrado en un solo lugar, sino que tiene cierta dispersión por toda la provincia.

-¿Por qué surgen?
-Porque se pasó por distintos regímenes de división de territorio. Hay un régimen del año 1976, que es el de circunscripciones administrativas, que reemplazan a los departamentos. Estas tenían un municipio cabecera y pequeñas comunas subordinadas a él. Eran 17, contando a la capital, y reemplazan a los 11 tradicionales departamentos. Es una división arbitraria; dada por factores geográficos antes que por humanos. Leales se transforma en una circunscripción administrativa, e incorpora a Bella Vista para que esta pueda funcionar como su cabecera, ya que no contaba con una ciudad así. Tiempo después, estas circunscripciones administrativas desaparecen, y se vuelve a utilizar el régimen de departamentos. Sin embargo, estos ya no son 11 sino 16. Además, se dividen esos departamentos en entidades menores, que se denominan comunas. Con este hecho se generó una especie de mosaico que no llegó a cubrir todo el territorio provincial, lo que dio surgimiento a estas áreas sin jurisdicción.

-¿Hay otro factor que aporte a la existencia de estas áreas?
-Hacia el año 1980, algunos municipios eran muy grandes; pero en 1991 se reducen de tamaño. Creo que esto sucede como consecuencia directa de la Constitución bussista de 1990. Esta define la entidad municipal y la circunscribe exclusivamente a los sitios de configuración urbana, y habla de un área de proyección de 500 metros, más allá del límite de esta urbe. Es decir que lo que quede más allá de esos 500 metros es... otra cosa, que no se define. Los municipios, al achicarse, dan origen a estas áreas sin asignación. Trancas, Lules, Tafí del Valle, La Cocha, Alberdi, Aguilares, etcétera, se han reducido sólo al poblado. Este precepto constitucional, tan abstracto, producto de una deliberación de tipo jurídico, sin correlato con la situación geográfica, es lo que dio lugar al achicamiento de la planta de las jurisdicciones territoriales, dejando a zonas vecinas sin nada. El núcleo urbano estrictamente y un área de proyección, y más allá... ?la inundación?, como dice el tango "Sur". En la división territorial hay cierto dedo -para decirlo de un modo vulgar-, que dibuja sin atender a factores más profundos.

-¿Es sencilla la solución?
-Técnicamente sí, podría decirse que es sencilla. Uno puede trabajar el problema en un gabinete de gente idónea, con informes multidisciplinarios, y generar un criterio. Llevarlo a la realidad puede complicarse. Y que los distintos intereses -que hay muchos, y son contradictorios- acepten el criterio, también puede ser complejo.

-¿Qué opina de los criterios con los que se dividió Tucumán?
-Son arbitrarios; no guardan relación con factores climáticos, ambientales, humanos. Por ejemplo, la comuna de Arcadia va desde la ruta nacional 38 hasta el límite con Catamarca, con una extensión de este-oeste de casi 30 km, mientras que de norte-sur no debe superar los 3 km. ¿Cuál es el criterio? Porque las condiciones geográficas y humanas entre el este y el oeste son terriblemente distintas: se pasa de 400 a 4.000 metros; de una zona de cultivo industrial (caña, citrus, entre otras) a una zona de pedemonte, llegando a pastizales de altura. Hay una variabilidad geográfica y ambiental, notable. Lo mismo pasa en Sargento Moya o en La Trinidad. Esta última va desde la ruta 38 hasta el embalse de Río Hondo. Pasa de una zona subtropical a una depresión, con afloramiento de sales, con bosque santiagueño. No tiene sentido. Habría que atender, en la distribución de los espacios, factores ambientales y fisiográficos.