Lo ideal es que el calzado sea blando, ventilado y cómodo

Las altas temperaturas del verano pueden generar excesiva transpiración, malos olores, hongos o el uso de calzados insalubres, por las ansias de que sean frescos. El presidente del Colegio de Podólogos, Jorge Castoldi, explicó que el calor del verano tiene dos efectos en los pies que son preferibles combatirse. "Lo primero que produce el calor es una vasodilatación que, con el correr de las horas, provoca hinchazón en pies y piernas principalmente si pasa demasiado tiempo parado o caminando. Por consiguiente, se aconseja usar un calzado que no ajuste, para conseguir una correcta circulación sanguínea. En segundo lugar, en verano todo el cuerpo transpira y por tanto los pies también. Esa humedad que se produce puede ser el caldo de cultivo de la micosis (hongos) por lo que se recomienda que los zapatos sean aireados", indicó el profesional.
Tanto hombres como mujeres están expuestos a padecer estas situaciones. "Lo ideal durante estos días es usar sandalias que sujeten todo el pie pero que lo dejen respirar. Existen modelos para ambos sexos, lo importante es que tengan una suela gruesa (por lo menos 1 centímetro de espesor) y blanda, para que el pie tenga movilidad. En cuanto a temperatura, el cuero es más fresco que el plástico y absorbe la humedad", detalló Castoldi. Y si el trabajo requiere de un look más formal "el zapato tiene que ser muy cómodo y las medias de algodón fino para que ventile el pie y absorba la humedad", aclaró.
De acuerdo a la anatomía del pie, caminar con una suela completamente lisa puede generar un estiramiento innecesario de los músculos. "Lo indicado es que todos los calzados tengan un pequeño taco, de uno o dos centímetros para el hombre y, en el caso de la mujer, que no supere los 5 centímetros. Si fuese más largo, debe compensarse con una plataforma de 2 o 3 centímetros para respetar la proporción", explicó. Para Castoldi, seguir la moda al pie de la letra puede generar ciertos trastornos. "Están permitidos los tacos, las tiras finitas y los suecos pero siempre deben ser calzados cómodos. Esto significa que el ancho y largo sean acordes a la medida del pie, que no lo ajusten y que tampoco quede demasiado suelto para que no haya roces que lo puedan lastimar o provoque callos. Además de lo mencionado, un zapato inadecuado puede generar tropezones y caídas", destacó el especialista.