Así como el ya ex presidente Néstor Kirchner dio que hablar por su estilo de vestir informal y desprolijo, su esposa, la ahora presidenta de la Argentina, Cristina Fernández, le puso un fuerte toque de glamour a la ceremonia de asunción, en el Congreso de la Nación. Poco después de las 15, la presidenta ingresó con un tapadito de encaje color manteca con mangas tres cuarto debajo del cual se veía un vestido al tono de líneas simples, con el ruedo apenas cubriendo las rodillas, y zapatos con taco stiletto. Llevaba el pelo suelto, alhajas de oro (una cadenita, aros y reloj) y el maquillaje que la caracteriza, con las pestañas cargadas de rimmel y labios pintados en tonalidad frambuesa.
También, así como Kirchner siempre se "peleó" con el protocolo ("Nunca pude aprender el protocolo", bromeó Kirchner ante de la transferencia de los atributos de mando -el bastón y la banda- a su esposa) Cristina aprobó la prueba , según señaló la directora de Ceremonial y Protocolo de la Provincia de Tucumán, Patricia Ibazeta de Posse. "La Presidenta tuvo una muy buena postura protocolar. Se mantuvo seria y, algo muy importante, demostró un excelente manejo del bastón, que es el atributo que simboliza el poder", le dijo la funcionaria a LA GACETA.
En cuanto a la vestimenta que lució Cristina Fernández ( y que había despertado una gran expectativa) la definió como "impecable?, y atenida a las reglas del protocolo: cumplió con las exigencias de no usar ropa estampada ni de colores fuertes (podría haber optado por algún tono pastel), ni pantalones; y el vestido pasó unos dos centímetros la rodilla.
Patricia Ibazeta agregó que Cristina Fernández "manejó el protocolo porque se siente a gusto haciéndolo". "Me lo dijo cuando estuvo en Tucumán: que le gusta el protocolo, y que lo respeta", comentó la especialista. Ibazeta, que siguió la ceremonia por televisión, señaló que fue Cristina la que guió a su marido cuando éste le puso la banda presidencial. "Lo que pasa es que la gente suele confundirse, porque en el caso de los abanderados, ellos llevan la banda atravesando desde el hombro izquierdo a la cadera derecha; en el caso de la banda presidencial, se coloca en el hombro derecho, atravesando en dirección hacia la cadera izquierda", explicó Patricia Ibazeta de Posse.
La banda y el bastón
La banda presidencial fue especialmente diseñada para ella en terciopelo, y con algunos toques femeninos, como el bordado de hilo de oro de imágenes en miniatura de la Libertad y de la República.
El bastón, realizado por el orfebre Juan Carlos Pallarols, pesa 700 gramos, de los cuales 250 son de plata. La empuñadura y el regatón son de plata y llevan 24 cardos tallados (uno por cada provincia), 3 pimpollos (por las islas del Atlántico Sur) y el escudo de oro. La plata representa a la mujer, ya que se asocia con la luna y la noche, mientras que el oro representa al hombre, que se relaciona con el día. La idea es que el oro fecunde a la plata y simbolice a la familia argentina. El resto está hecho de urunday rubio. Pero el acatamiento de la Presidenta de las reglas de protocolo concluyó una vez que terminó la toma de juramento a cada uno de sus ministros.
La asunción de Cristina tendrá su estampilla conmemorativa, una tradición que mantiene el Correo Argentino con cada traspaso de mando desde Juan Perón.
El sello postal toma los símbolos de la imagen de la libertad y del bastón de mando presidencial, símbolo de unidad, ya que cerca de 22.000 argentinos le dieron al menos un golpe de cincel, totalizando casi cinco millones de golpes sobre la empuñadura y el regatón.