"El ballet clásico es el baile más exigente y riguroso porque es pura línea y armonía"

“El ballet es la base de todas las danzas y con esa base tan exigente podés bailar con ‘escuela’ cualquier tipo de danza”, asegura Mercedes de Chazal. “La danza es la transmisión de emociones a través del cuerpo”, agrega. Cuenta la directora del Ballet Estable -que esta noche dirigirá el homenaje al Día Internacional de la Danza- que el ballet clásico es el más riguroso: “uno lo ve y se da cuenta que es línea y armonía, es mostrar siempre para fuera”, describe.
“Minina” de Chazal ingresó al elenco en 1974, y desde los 18 años es una de las primeras bailarinas. Cuando se la interroga sobre si existe alguna condición para ser profesional, contesta que el físico es fundamental: “debe haber una armonía, principalmente”; esa armonía tiene medidas: no pesar más de 47 kilogramos y una altura media, no inferior a 1,60 metro.

- ¿ Qué es lo más exigente o lo que más cuesta en la danza clásica?
- No es mi caso, pero en general, la punta, las zapatillas de punta presentan dificultades para mucha gente. Cuando uno ve que cuesta mucho las chicas ya se corren a hacer otro tipo de baile, como el contemporáneo. Y hablando de costos, las zapatillas no son nada baratas, sobre todo si se tiene en cuenta que un par no dura más de un mes. Pero las zapatillas son para la bailarina lo que la raqueta para los tenistas.

- ¿Cuál es la situación del Ballet Estable en estos momentos?
- Está trabajando y su nivel es bueno, pero no es el que tuvimos generaciones anteriores. Siempre buscando la excelencia, pronto se harán audiciones abiertas para cubrir 10 cargos, ya que actualmente está integrado por 20 personas. Grandes producciones no se pueden hacer, pero sí obras chicas.

- ¿ No es curioso que haya tan pocos hombres en el elenco?
- En estos momentos hay tres y antes había cinco. El tema es que en la provincia no hay escuela para varones, y yo estoy convencida de que al varón le tiene que enseñar un hombre.

- Se afirma que en estos tiempos es más importante el coreógrafo que el bailarín...
- Nunca jamás; es la mitad del trabajo de cada uno. Debe haber una compenetración por igual en el trabajo de ambos. Con la entrega de ambos, podés hacer una creación maravillosa. El bailarín es la arcilla que el coreógrafo necesita para moldear.