La prensa tambien fue noticia

Lo vendieron como el festival más grande de Latinoamérica, y seguramente lo fue. Por la cantidad de asistentes (casi 200.000 en cuatro noches) y por el nivel de casi todas las bandas. Por eso, los medios de comunicación dieron la nota. Casi 100 periodistas, fotógrafos y camarógrafos de alrededor de 40 publicaciones, canales y radios, de Argentina, Uruguay, México y Colombia estuvieron acreditados en el Quilmes Rock. El tour empezaba temprano, cerca de las 16, en un coqueto restaurante del barrio de Belgrano que todavía no había sido inaugurado. Ahí cada uno recibía su credencial, y cerca de las 17 aparecían las combis en las que eran llevados hasta la cancha. Allí había una sala de prensa, con tres plasmas de 29 pulgadas en los que se transmitía en vivo cada recital.
Todo fue perfecto hasta que apareció el batallón de prensa de Aerosmith (único grupo con equipo propio) y ordenó reducir la cantidad de reporteros (pretendían que sólo seis fotógrafos hicieran imágenes, pero el gremio se puso duro y terminaron pasando más de 30). En la sala cada uno recibía las listas de temas y un ejemplar del “Diario del Quilmes Rock”, con la cobertura del día anterior y el anuncio del que empezaba. También empanadas (los porteños no aprendieron a hacer las de carne), pizza, agua y gaseosas. Nada de alcohol, como en el resto del estadio (bueno, seguramente enlos camarines algo había), a pesar de que fue el festival de una marca de cerveza.