OPERATIVO II. Los 16 kilos de cocaína que fueron enviados a Buenos Aires representan todo un récord.
El hallazgo de un paquete con 16 kilos de cocaína que tenía como destino Buenos Aires dejó al descubierto una tendencia en alza: ante la falta de controles, los narcos recurren cada vez más al envío de drogas por encomiendas hacia distintos puntos del país.
El sábado 13 de diciembre, en un procedimiento de rutina del Operativo Lapacho, efectivos policiales detuvieron la marcha de un camión de una empresa de correo privado que se dirigía hacia el sur de la provincia. Al revisar la carga y con la ayuda de un escáner, descubrieron varios ladrillos con cocaína. Inmediatamente dieron aviso al Juzgado Federal a cargo de José Manuel Díaz Vélez y recurrieron a un mecanismo que les permitió detener, el miércoles siguiente, a la persona que retiró la droga.
Esa herramienta se denomina “entrega vigilada”. La autoridad judicial ordena a los uniformados reemplazar la sustancia ilegal por otro elemento que simule el peso exacto del envío. Luego se notifica a las fuerzas de seguridad de otras jurisdicciones. Los investigadores se presentan en el centro de distribución y esperan a que el destinatario retire el paquete; en ese momento, queda detenido.
Un día antes de este hallazgo, efectivos del Operativo Lapacho habían descubierto un bulto con siete kilos de marihuana. Aplicando el mismo procedimiento, el miércoles detuvieron al destinatario y, en una medida sin antecedentes recientes, también al gerente y a un empleado de la empresa de correo involucrada.
Las normas vigentes establecen que el despachante debe presentar una declaración jurada en la que informe que el envío que está por realizar no contiene productos de origen ilegal. Sin embargo, el empleado no está habilitado para revisar el contenido. El sistema de encomiendas internacionales es distinto: quien despacha debe exhibir la mercadería y recién entonces se autoriza su transporte.
La protección de la correspondencia privada está garantizada por la ley. Para requisar un paquete, un efectivo debe contar con autorización judicial. A esto se suma que en ninguna provincia del NOA existe un sistema de escáneres que controle la totalidad de los vehículos que circulan por las rutas, a diferencia de lo que ocurre en los aeropuertos del país.
Algunos números
Hasta el 24 de diciembre, según reportes oficiales provinciales y nacionales, se secuestraron 264 kilos de estupefacientes: 87 de cocaína y 177 de marihuana. El uso de encomiendas para el transporte de drogas se incrementó en más de un 100% en comparación con 2024. El año pasado se incautaron 90 kilos de cocaína y 39 de cannabis.
Las estadísticas también reflejan la relevancia del Operativo Lapacho. En 2025, Tucumán encabeza el ranking de hallazgos, con 20 procedimientos y 122 kilos de droga secuestrada. Le sigue Salta, con tres operativos y 120 kilos decomisados. En tercer lugar aparece la Provincia de Buenos Aires, con tres medidas y 22 kilos incautados. En el resto de las jurisdicciones del país no se reportaron envíos provenientes del NOA.
El transporte de drogas por encomienda permite reconstruir la trazabilidad de las rutas utilizadas por los narcos y refleja la dinámica regional. Salta es el principal punto de partida: desde allí se enviaron bultos con 50 kilos de cocaína y 177 de marihuana. Los otros 37 kilos de cocaína fueron despachados desde Jujuy.
“Orán es una fantasía. Ahí entendés que las autoridades no tienen la más mínima idea de lo que ocurre”, sostuvo Ernesto Jiménez, bagayero tucumano. Aseguró que en esa ciudad hay más centros de correos privados que en Yerba Buena. “Es muy fácil enviar cualquier cosa porque no hay controles. Podés despachar cubiertas y hasta marihuana. No hace falta un escáner para darse cuenta. A los que trabajamos trayendo ropa nos molestan, pero a ellos nadie los toca”, se quejó en diálogo con LA GACETA.
Sus dichos coinciden con las estadísticas: desde Orán partieron 15 kilos de cocaína y más de 140 kilos de marihuana.
Los destinos de los estupefacientes también quedaron al descubierto. En lo que va de 2025, la droga enviada por encomienda tuvo como destino Salta (107 kilos), Tucumán (95), Buenos Aires (47), La Rioja (9), El Calafate (2), Córdoba (2) y Catamarca (2).
La otra cara
El crecimiento del comercio virtual se convirtió en el aliado ideal para los narcos. Desde la pandemia, el envío de mercaderías por encomienda aumentó de manera sostenida y, según reportes oficiales, diariamente circulan decenas de camiones cargados con bultos.
“Estamos sobrepasados”, reconoció el comisario Fabio Ferreyra, jefe del Operativo Lapacho. “Hacemos lo que podemos: son decenas de camiones los que transitan a diario. Nuestra tarea es detener alguno y buscar paquetes sospechosos”, explicó.
En muchos casos, el primer filtro es el olfato. “Cuando se abren las compuertas, los efectivos pueden percibir el aroma de hojas de coca o de marihuana. A partir de ahí se analiza paquete por paquete, aunque siempre se trata de cientos”, detalló. “El problema es que luego hay que volver a cargar todo para que el camión continúe viaje. Mientras tanto, pueden pasar otros cinco o diez vehículos que no llegamos a controlar”, admitió.
Semanas atrás, el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz solicitó una mayor inversión para reforzar los controles. “El Operativo Lapacho es un éxito que debería replicarse en otras provincias del NOA, pero es fundamental dotar al personal de más tecnología”, afirmó en una conferencia de prensa.
Ferreyra señaló que la fuerza cuenta con escáneres móviles y perros entrenados para detectar drogas, aunque insistió en la necesidad de incrementar los controles en las empresas de correo. “Un empleado no puede despachar 10 cubiertas desde Orán sabiendo que allí no hay fábricas. Tampoco es creíble que no perciba el olor de una carga de más de diez kilos de hojas de coca o marihuana. Si nosotros lo notamos, ¿por qué ellos no?”, se preguntó.
Balance: un sistema que también se usa para el contrabando y otros ilícitos
Los circuitos elegidos por los contrabandistas también son utilizados por organizaciones criminales. El año pasado, en el marco del Operativo Lapacho, se detectó una banda que robaba motos de alta gama en Buenos Aires, las desarmaba y enviaba sus partes a Salta y Jujuy. “Elevamos una carpeta a la Justicia Federal para que se investigue el tráfico de motopartes hacia Bolivia. Sabemos que hubo contactos entre jurisdicciones, pero hasta ahora no se nos solicitó ampliar la investigación”, explicó el comisario Fabio Ferreyra. El 90% de los 15.000 kilos de hojas de coca decomisado en lo que va del año en el marco del Operativo Lapacho fue enviado por correo. Lo mismo ocurre con la mercadería ingresada ilegalmente al país: por los controles en los límites provinciales, las cargas se despachan a través de este mecanismo.











