¿Cuánto, cómo y en qué gasta el Estado? Esas constituyen preguntas existenciales que los economistas se realizan, habitualmente, para establecer el atractivo de una provincia a la hora de que el sector privado defina inversiones. Pero esta faz investigativa, lo importante es comparar cómo está Tucumán respecto de otros distritos, con igual o un poco mejor desarrollo económico.
Con el trabajo "Estado Provincial y Economía Local (estudio comparativo de Córdoba, Mendoza, Salta, San Luis y Tucumán), los expertos Hugo Ferullo y Martín Rodríguez Marat intentaron despertar el debate sobre qué modelo de Estado y de provincia quieren los tucumanos. Ese diagnóstico fue promovido por la Federación Económica de Tucumán (FET) en su afán de generar un debate sobre el modelo de provincia.
Con una visión crítica respecto de los indicadores socioeconómicos, los especialistas llegaron a la conclusión de que Tucumán sufre de un atraso considerable respecto de los otros distritos analizados, básicamente por la deficiencia de infraestructura, por el constante incremento del gasto público (en administración gubernamental) más exponencial que las otras cuatro provincias en los últimos tres lustros. Esto, según Ferullo y Rodríguez Marat, pone a la Provincia frente al riesgo de aumentar el endeudamiento o, en el peor de los casos, la presión fiscal que se ejerce contra las actividades que aportan a la economía provincial.
A ese panorama se suma que Tucumán es una de las pocas provincias que no desarrolló un sistema de incentivos fiscales que capten la atención de los capitales.
Más indicadores
Tucumán está entre las provincias con un nivel medio del Indice de Desempeño Provincial, según el ranking 2006, elaborado por la Red Libertad (la Fundación del Tucumán es parte de esa entidad privada sin fines de lucro).
Los informes privados sirven al Gobierno para corregir el rumbo de las políticas aplicadas en el pasado y que, a la luz de los resultados, incrementaron la deuda pública y el gasto. Según el diagnóstico de la Red Libertad, Tucumán está muy atrasado en ese ranking (ocupa el puesto 18 sobre 24 distritos) al comparar el stock de la deuda pública con el resultado financiero de las cuentas. Según el diagnóstico privado, la Provincia necesitaría 34 años de resultado financiero actual para cancelar su endeudamiento.
El pensamiento oficial
"Siempre son buenas las comparaciones, pero hay que ver que la base y el desenvolvimiento económico de cada provincia analizada sea homogénea", dice el ministro de Economía, Jorge Jiménez. "Estos trabajos aportan para el fin que se persigue: generar un sano debate", puntualiza.
No obstante, el titular de la cartera económica aclara que no comparte el dato respecto de que Tucumán no destine tanto dinero de su presupuesto al sector educativo. "Hoy se destina cerca del 30% y estamos sobrecumpliendo las metas de la Ley de Financiamiento Educativo", señala.
Y acota que en el mismo informe de Ferullo y de Rodríguez Marat se refleja la importancia que el Estado provincial le dio a la obra pública. En ese aspecto, a excepción de San Luis, el análisis expresa que Tucumán tiene el segundo mayor incremento del gasto en capital sobre los distritos analizados, ya que pasó del 11,4% en 1991 al 25,1% en 2006. "Estamos privilegiando el plan de trabajos para llevar infraestructura básica a la población. Esto también es desarrollo", puntualiza. Asimismo, considera que el gasto público en la provincia está bien orientado y que se intenta que, tras varios años de desinversión pública, los beneficios alcancen desde los sectores más necesitados de la sociedad (cloacas, soluciones habitacionales y agua potable) hasta los sectores que motorizan la economía provincial, con obras de infraestructura hídrica y vial.
El peso de los tributos
Después de su análisis sobre la situación de las finanzas públicas, el ministro de Economía señala que no es tanta la diferencia que existe entre la presión fiscal de una provincia respecto de otras. "Tal vez no sea superior al 0,6%", remarca.
"Esto no imposibilita que un distrito al que se lo considera con elevada carga fiscal deje de ser atractivo para las inversiones del sector privado", afirma.
Jiménez está convencido de que en Tucumán hay un buen clima para los negocios y para la llegada de nuevos capitales, "como los que se observan en los últimos años". No obstante, reconoce que aún está en estudio un sistema de promoción para las inversiones, con el aporte legislativo y del sector privado.