"No nos pusieron custodia después de que incendiaron mi vivienda"

La mujer de "El Tuerto Richard" dijo que el hombre fue asesinado porque no quería que sus hijos vendan drogas. "Era un tipo que no se metía con nadie. Lo mataron como a un perro", dijo Paula Lazarte. Duras críticas.

ACLARACIONES. Los familiares de la víctima, con LA GACETA en sus manos, dieron a conocer su versión de los hechos. LA GACETA/ FOTOS DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI ACLARACIONES. Los familiares de la víctima, con LA GACETA en sus manos, dieron a conocer su versión de los hechos. LA GACETA/ FOTOS DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
21 Febrero 2007
“Mi esposo era un tipo que no se metía con nadie. Se peleó con ellos, porque uno de mis hijos no quería vender drogas con ellos”, explicó Paula Lazarte, la esposa de Ricardo Alberto “El Tuerto Richard” Flores, que fue acribillado a balazos el lunes en una esquina del barrio Juan XXIII, más conocido como “La Bombilla”.
La mujer, que espera a su séptimo hijo, durante el velorio habló con LA GACETA sobre los detalles que rodean el crimen que aterrorizó a los habitantes del caserío.

- ¿Su pareja fue víctima de un ajuste de cuentas?
- No. Eso quiero aclarar. El no lideraba ninguna banda. El trabajaba como vendedor ambulante. Nunca comercializó drogas, como dice la Policía.

- ¿El crimen no estuvo vinculado a cuestiones de droga?
- No. Ricardo estaba peleado con ellos desde hace bastante tiempo.

- ¿Cuál era la razón de la disputa?
- Tuve un problema con “Cococho” porque él quería que mi hijo vendiera drogas para él. Como me negué, él empezó a amenazarme, por lo que mi pareja salió a defenderme.

- ¿Qué tipo de amenazas recibió?
- Que iba a matar a mi hijo, o si no, me quemaría la casa. Y lo hizo el sábado. Junto a otras personas llegó hasta ahí con bidones con nafta. Por suerte, pude sacar a los chicos de la casa.

- ¿Qué pasó entonces?
- Mi esposo había estado en el velorio del chico que murió en el accidente. Caminaba con mi hija por la calle cuando fue sorprendido por los delincuentes. Primero le pegaron un tiro y, cuando estaba en el suelo, se ensañaron con él. Lo mataron como a un perro esos delincuentes. Cuando nos entregaron el cuerpo, le contamos al menos 11 heridas de bala.

- Su hija se salvó de milagro...
- Y sí. Una bala le rozó la cabeza; y otra, la oreja derecha. Salió corriendo de la esquina donde acribillaron a mi marido. Está muy asustada y aún no puede hablar mucho de lo que vivió.

- ¿Intentaron hacer justicia por mano propia?
- Esa es otra mentira. Los mismos familiares de “Cococho” quemaron sus viviendas para quedar como víctimas en esta muerte. El mayor de mis chicos tiene 12 años y es incapaz de hacer algo como eso.

- ¿Por qué ningún vecino declara para que los culpables sean procesados?
- Porque siempre pasa lo mismo. Los detienen y a los pocos días los dejan en libertad. Nadie se va a jugar porque saben que cuando salgan irá a buscarlos para tomarse venganza.

- ¿Tan peligrosos son que todo el mundo les teme?
- Porque a ellos no les importa nada. Viven armados con pistolas nueve milímetros. Se creen los dueños del barrio. Además, están protegidos por la Policía.

- ¿Cómo hacen para conseguir las armas?
- Pregúnteles a los policías.

- ¿Cree que ellos comercializan la droga?
- No tengo dudas. Si fueron ellos lo que quisieron reclutar a mi hijo para que vendiera.

- ¿Cree que están desprotegidos ante este tipo de personas?
- Por supuesto. La Policía sabe muy bien lo que hace esa gente y nunca hizo nada. Si ni siquiera nos pusieron custodia después de que incendiaron mi vivienda el sábado. La Policía no escuchó cuando había pedido ayuda y ahora enterré a mi pareja.

- ¿Cómo hará para vivir en el barrio si denunció a los sospechosos?
- Por lo pronto, tengo que conseguir una casilla, ropa y calzados para mis hijos. Después veré, pero no me voy a ir. No le tengo miedo a ninguno de esos asesinos.