Pinochet tendrá un funeral sin honores del Estado

Pinochet tendrá un funeral sin honores del Estado

Miles de chilenos desfilaron ante el ataúd con los restos del dictador que, tras el homenaje militar, serán cremados en un cementerio privado. La familia pidió que ningún funcionario del gobierno participe en los actos.

LA DESPEDIDA. En el salón de Honor de la Escuela Militar se montó la capilla ardiente y se rezó una misa fúnebre. REUTERS LA DESPEDIDA. En el salón de Honor de la Escuela Militar se montó la capilla ardiente y se rezó una misa fúnebre. REUTERS
12 Diciembre 2006
SANTIAGO.- Los restos del ex dictador chileno Augusto Pinochet, fallecido el domingo, fueron velados ayer en la Escuela Militar de Santiago, a la espera de su funeral de hoy sin honores de Estado y en el más estricto protocolo militar, en un país que se muestra dividido sobre su legado.
Miles de chilenos desfilaban para poder observar el ataúd, con el cadáver del ex dictador en traje militar gris, correspondiente al grado de capitán general del Ejército chileno, un grado que sólo ostentan él y el libertador Bernardo O?Higgins.
A un costado se instalaron dos cirios y una guardia de honor compuesta por ocho cadetes, que cuidarán el cadáver de Pinochet hasta las 11, hora en que se rezará una última misa en el patio Alpatacal de la Escuela Militar.
El traslado se realizará en una cureña tirada por caballos. Un toque de silencio y el disparo de tres salvas de cañón en su honor se sucederán a continuación. Está previsto que al menos cinco personas intervengan en la ceremonia.
El actual comandante en jefe de la institución, general Oscar Izurieta, cerraría la serie de discursos, en la que no está previsto que intervenga ningún alto funcionario del Gobierno, que estará representado sólo con la presencia de la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot. La familia de Pinochet pidió que ningún funcionario de gobierno participe en los actos fúnebres.
Tras su discurso, el general Izurieta entregará a la viuda, Lucía Hiriart, la bandera chilena que cubre su ataúd, antes de que el féretro sea trasladado al interior de la Escuela Militar, lo que pondrá fin al homenaje del Ejército.
Pinochet recibirá todos los honores militares pero su funeral no tendrá el carácter de una ceremonia de Estado ni será motivo de duelo nacional, según lo que decidió el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, que es una de los 28.000 chilenos torturados durante la dictadura (1973-1990).
Los restos del ex dictador serán trasladados en helicóptero hasta el crematorio del Cementerio Parque del Recuerdo, para su incineración. Luego, las cenizas serán entregadas a su familia, que probablemente serían trasladadas hasta la finca de descanso de Los Boldos, en la costa central chilena, que Pinochet consideraba su lugar favorito para pasar el verano.

Los últimos minutos
"Mi padre se fue sin sufrimientos, sin grandes dolores. Se fue rápido, acompañado por mi madre, y estaba completamente lúcido", contó Augusto Pinochet Hiriart al diario "Las Ultimas Noticias". "Sólo quien ha perdido un padre puede entender lo que mi familia y yo sentimos en este momento. Estoy muy deprimido y apenas puedo hablar", declaró el hijo mayor del dictador fallecido.
En el momento de su deceso, Pinochet estaba junto a su esposa y a cuatro de sus cinco hijos: Jacqueline, Verónica, Lucía y Augusto. Sólo estaba ausente Marco Antonio, el menor, que estaba de viaje en ese momento.
Ayer, hasta la tarde, unas 5.000 personas habían pasado delante del féretro y casi 8.000 esperaban hasta por seis horas para poder entrar a la Escuela Militar, según fuentes del Ejército. (DPA-Reuter)

Repercusión internacional

- LA MUERTE DEL DICTADOR chileno logró unir en Brasil a políticos oficialistas y de la oposición al gobierno izquierdista de Lula da Silva, que coincidieron en lamentar solamente que el general haya fallecido sin haber sido juzgado por sus crímenes contra los derechos humanos.

- ENTRE 3.000 Y 7.000 chilenos lamentaron que Pinochet haya muerto antes de rendir cuentas a la Justicia. Desde ese país apoyaron cada juicio contra el dictador por violaciones a los derechos humanos y por delitos económicos.

- EL EX GUERRILLERO tupamaro, hoy ministro de Ganadería de Uruguay, José Mujica, valoró que la muerte de Pinochet cierra una etapa en la historia del Cono Sur.

- LA PRENSA DEL MUNDO destacó en sus portales la muerte del dictador Pinochet, señalando su ingreso "al infierno" y lamentando que su muerte se haya producido sin una condena judicial. En la Argentina, el diario "Página 12" señaló: "¿Qué habrá hecho el infierno para merecer esto?", Crónica se sumó a la ironía diciendo que "Pinochet llegó al infierno". La prensa colombiana también jugó con esa idea desde las páginas de "El Tiempo de Bogotá", en donde una caricatura de Satanás le dice al ex dictador: "¡Bienvenido, Augusto, siéntete como en tu casa!".

- CON POCO ESPACIO y sin comentarios, la prensa estatal cubana informó sobre la muerte del general chileno, que hasta ahora no ha provocado reacciones oficiales en la isla.

- LA EXTRADICION DE FUJIMORI, el ex presidente de Perú, podría verse favorecida por el deceso de Pinochet, según coincidieron ayer expertos de ambos países. Pese a que la Corte Suprema de Chile señala que procede la extradición cuando los delitos son comprobados en el país de origen y corroborados en Chile, tras la muerte de Pinochet, esta estaría más próxima, puesto que ya no hay presión judicial.

- AUGUSTO PINOCHET fue la razón que dio origen a la coalición de centroizquierda que lo derrotó en el plebiscito de 1988 y que gobernó Chile en los últimos 16 años. Ahora que el dictador murió, el bloque enfrenta un período decisivo tras su más grave crisis, debido a las recientes denuncias de desvíos de fondos a una repartición de deportes del gobierno, que minaron las relaciones internas entre los partidos que lo componen.

- EL ATAUD del dictador fue cubierto con una bandera chilena, su gorra, su histórico bastón de mando, su espada y su guerrera. La muerte de Pinochet originó ayer nuevas celebraciones entre sus detractores, que salieron a las calles y a la céntrica Plaza Italia, en Santiago, a festejar, champaña en mano, su deceso. (DPA-Reuter-AFP)