Esta vez, la diferencia sólo estuvo en la red

Duelo de tucumanos. La Florida le jugó de igual a igual a Atlético, pero un agónico gol de García definió el partido.

BIEN CONTROLADO. El delantero Torres participó poco del juego ofensivo. Atlético se quedó con los tres puntos.(LA GACETA / Héctor Peralta) BIEN CONTROLADO. El delantero Torres participó poco del juego ofensivo. Atlético se quedó con los tres puntos.(LA GACETA / Héctor Peralta)
13 Agosto 2006
Antes del partido, todo estaba a favor de Atlético. Por eso, nadie puede extrañarse por el triunfo. Durante el juego, La Florida se probó el traje de protagonista y se sintió cómodo, si hasta tuvo la chance de dar el gran golpe de la fecha. Por eso, no sorprende que sus hinchas lo hayan despedido con aplausos. A partir de aquí, queda el desafío para ambos. El "decano" tendrá que terminar de darle forma a un equipo que por ahora se sostiene con el aporte de sus individualidades, pero no terminar de consolidarse colectivamente. El "tricolor" buscará demostrar que a pesar de haberse armado tarde, está en condiciones de hacer una buena campaña.
El tempranero gol de Claudio Sarría parecía que iba a ser un duro golpe para La Florida y que aflojaría las tensiones del debut en Atlético. Pero nada de eso sucedió. Poco a poco, el conjunto del este se fue adueñando de la pelota. Primero insinuó llevar peligro hasta el arco defendido por Leo Aguirre, hasta que se decidió a pisar el acelerador y puso en aprieto a su rival.
Marcelo Leal quedó mano a mano con Aguirre y desnudó los problemas defensivos en la jugada del empate. Después, La Florida pudo inclinar la balanza con un penal a su favor, pero falló Sergio Peralta. Y también falló Gustavo Suárez al no poder definir un contragolpe cuando quedó solo con el arquero, que tapó el remate. Pero Atlético terminó imponiendo el peso de sus individualidades. Creció la figura de Darío Cavallo; Carlos Paratore desbordó por derecha y Manuel García entró para ser protagonista. Primero, Sergio Romero le sacó en forma brillante un cabezazo; después hizo un gol de oro. Triunfo y festejo "decano". Agónico, pero importante.