15 Abril 2006 Seguir en 
La actuación de los policías sigue en la mira de la Justicia. El fiscal Alejandro Noguera le pidió al juez Alfonso Zóttoli que continúe allanando distintas dependencias policiales para tratar de encontrar elementos que faciliten el esclarecimiento del crimen de Paulina Lebbos. Las medidas, según trascendió, se realizarían hoy y estarían a cargo del personal de Gendarmería Nacional.
Los lugares donde buscarían pruebas son mantenidos en el mayor de los secretos, pero, de acuerdo con distintas versiones, allí existirían elementos con los que se confirmarían nuevas irregularidades o, al menos, improlijidades en los procedimientos. El jueves por la noche, personal de la fuerza nacional secuestró documentación en la sede de Criminalística de la Regional Norte, en la comisaría de la Villa Obrera, en Tafí Viejo, que fue la primera de las dependencias allanadas por la disposición de la Justicia.
La declaración
Noguera decidió avanzar en la pista policial luego de que el comisario Enrique García, titular de la dependencia de Raco, declaró que el 6 de marzo, cinco días antes de que fueran hallados los restos de la estudiante, él y policías que estaban a su cargo recibieron al menos tres llamados en los que les preguntaban si era cierto que en esa zona se había encontrado el cuerpo de una joven. Para los investigadores, ese dato podría confirmar lo que se sospechaba desde hace mucho tiempo: el cuerpo de Paulina fue arrojado en el zanjón de la ruta 341 después de que fue asesinada. Pero no se profundizó la investigación de esa pista.
Los estudios
Esta hipótesis también quedará confirmada cuando los peritos de Gendarmería difundan los resultados de los estudios que se realizaron a los restos de la joven. El personal de la fuerza nacional realizó un trabajo especial para determinar con exactitud cuándo falleció la estudiante.
También tomaron muestras para confirmar si los restos de la joven tenían partículas de polvo o pequeños organismos para compararlos con los que existen en el lugar donde fue hallada, y de esa forma determinar cuándo fue arrojada allí.
Los lugares donde buscarían pruebas son mantenidos en el mayor de los secretos, pero, de acuerdo con distintas versiones, allí existirían elementos con los que se confirmarían nuevas irregularidades o, al menos, improlijidades en los procedimientos. El jueves por la noche, personal de la fuerza nacional secuestró documentación en la sede de Criminalística de la Regional Norte, en la comisaría de la Villa Obrera, en Tafí Viejo, que fue la primera de las dependencias allanadas por la disposición de la Justicia.
La declaración
Noguera decidió avanzar en la pista policial luego de que el comisario Enrique García, titular de la dependencia de Raco, declaró que el 6 de marzo, cinco días antes de que fueran hallados los restos de la estudiante, él y policías que estaban a su cargo recibieron al menos tres llamados en los que les preguntaban si era cierto que en esa zona se había encontrado el cuerpo de una joven. Para los investigadores, ese dato podría confirmar lo que se sospechaba desde hace mucho tiempo: el cuerpo de Paulina fue arrojado en el zanjón de la ruta 341 después de que fue asesinada. Pero no se profundizó la investigación de esa pista.
Los estudios
Esta hipótesis también quedará confirmada cuando los peritos de Gendarmería difundan los resultados de los estudios que se realizaron a los restos de la joven. El personal de la fuerza nacional realizó un trabajo especial para determinar con exactitud cuándo falleció la estudiante.
También tomaron muestras para confirmar si los restos de la joven tenían partículas de polvo o pequeños organismos para compararlos con los que existen en el lugar donde fue hallada, y de esa forma determinar cuándo fue arrojada allí.
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