

La caída profundizó la crisis de River, que no pudo cambiar con la llegada del nuevo entrenador, y al mismo tiempo le sirvió a Estudiantes para acercarse a los puestos de vanguardia.
Parecía que River iba a cortar su mala racha porque empezó mejor, más preciso, pese a la ausencia de Marcelo Gallardo.Estudiantes tenía dificultades para encontrar la pelota, hasta que, sobre el cuarto de hora, pudo equilibrar el trámite, sin fútbol pero con mucha voluntad.
Empujaron Braña y Bastía, ordenó Sosa, y el equipo local empezó a crecer porque sus dos delanteros (Pavone y Calderón) obligaron siempre. De hecho, Pavone tuvo un par de chances pero las desperdició; también le cometieron un penal, que fue ignorado por el árbitro Furchi.
Al promediar la primera etapa, River tuvo la chance más clara, cuando Patiño -desde diez metros- remató muy alto.
La segunda parte fue tan mala como la primera, con escasas emociones, que llevaban inexorablemente al empate en cero.
Un error de Talamonti, quien perdió la pelota cerca del medio, dejó a Calderón solo frente a Lux; pero en lugar de rematar habilitó a Pavone. El línea marcó un off side muy dudoso.
Eso fue lo más trascendente por un largo rato, ya que, en medio de la pelea, ninguno sacó ventajas decisivas. Ingresaron Zapata y Montenegro, con el objetivo de tener el balón para buscar a Farías. Por su parte, el "pincha" no se conformó y fue en busca de la victoria, hasta que la encontró al promediar la segunda parte cuando Calderón aprovechó una serie de rebotes y definió de zurda, entre las piernas del arquero. En los 15 minutos finales, los de la banda roja tuvieron dos chances para empatar: primero, Talamonti metió un cabezazo cerca del horizontal y después Herrera le tapó un tiro de gol a Santana.
Merlo y una frase muy obvia
El entrenador Reinaldo Merlo se despachó con una olímpica obviedad: "tenemos que mejorar". Pese a esta nueva caída de River, "Mostaza" rescató la reacción del equipo cuando estuvo en desventaja. "No encuentra el camino para definir, nos falta gol", señaló, con un indisimulable gesto de resignación, en medio de una apresurada rueda de prensa.
Visiblemente fastidiado, Merlo anticipó que para mejorar hay que corregir situaciones individuales y colectivas. "Pero no es fácil. No hay tiempo para trabajar, porque el miércoles ya jugamos contra Corinthians por la Sudamericana", recordó, como si el compromiso copero fuera una carga muy pesada.Esta nueva derrota del club, que preside José María Aguilar, puede complicar al oficialismo en las próximas elecciones, que se harán el 3 de diciembre en la entidad de Núñez.
Merlo también se mostró molesto por el recibimiento que le tributó la hinchada "pincharrata", con insultos y con flores amarillas, que simbolizan mala suerte. (NA-DyN-Especial)
Falto de audacia
Por Luis Mario Sueldo
Según Serrat, "nunca es triste la verdad; lo que no tiene es remedio". Este River puede moverse mejor, sin dudas; pero, con los futbolistas con los que cuenta, su nivel no va a poder ser de alto vuelo. Ya lo dijo Lux: "conformamos un equipo algo rústico, humilde y utilitario". Fue un partido con pelotas "sufridas", de escasas ideas y falto de audacia. Las imprecisiones y los toqueteos intrascendentes tomaron mucho cuerpo. Un claro referente es que, con esa "filosofía", Bastía y San Martín se sintieron más cómodos que Sosa y que Patiño. Los "elementos accesorios" tomaron, quizá, más importancia que el juego en sí. Por ejemplo, la "sequía" de Pavone y de Farías; las flores arrojadas para "mufarlo" a Merlo, y las amenazas de la barrabrava de River. Hasta el único gol se produjo tras una situación "mordida" (a Calderón le cayó un balón como maná del cielo). Estudiantes hizo un poquito más y celebró en la cancha del "lobo", su archirrival. Claro que si, por azar, River hubiera abierto el marcador, la alegría final muy probablemente se habría trasladado de tribuna.







