¿Por qué las fiestas de Fin de Año aumentan las probabilidades de sufrir un ACV y arritmias cardíacas ?

Cambios de hábitos, consumos excesivos y el estrés pueden ser una combinación explosiva para el organismo. Recomendacionesny qué síntomas deben generar alerta.

UNA COPA LLEVA A LA OTRA. Las bebidas alcohólicas y el exceso de grasas modifican la dieta en los últimos días del calendario. UNA COPA LLEVA A LA OTRA. Las bebidas alcohólicas y el exceso de grasas modifican la dieta en los últimos días del calendario. FOTO TOMADA DE LIDEREMPRESARIAL.COM
Hace 2 Hs

Durante las celebraciones de fin de año, cuando la agenda se llena de encuentros, brindis y comidas abundantes, el cuerpo suele pagar un costo extra. Lejos de ser una percepción aislada, los especialistas advierten que en Navidad y los días posteriores se registra un aumento concreto de eventos cardiovasculares, como infartos, ACV y arritmias cardíacas, incluso en personas sin antecedentes previos.

“El dato es concreto: en las fiestas ocurren más infartos, hay más ACV. No quiero ser catastrófico, pero hay que prestar atención a cuidarse un poco”, señaló el doctor Alejandro Meretta, jefe de Cardiología Nuclear del ICBA, en declaraciones a Infobae en Vivo. El fenómeno no responde a una única causa, sino a la combinación de excesos, cambios en las rutinas y un marcado aumento del estrés físico y emocional.

Uno de los cuadros más observados durante esta época es el denominado “síndrome del corazón festivo”, una alteración del ritmo cardíaco asociada al consumo elevado de alcohol, comidas pesadas y falta de descanso. Puede aparecer incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas, sin antecedentes de enfermedad cardiovascular.

Según explicó Meretta, durante diciembre se produce una relajación generalizada de los cuidados médicos. “La llamada de atención es esa, no descuidarse porque además en esta época uno se descuida, muchos se olvidan hasta de ir a comprar los medicamentos”, advirtió. Esa combinación de abandono de tratamientos, exceso de sal, alcohol y estrés termina impactando de lleno en el sistema cardiovascular.

Desde los servicios de emergencias confirman que las consultas aumentan de manera sostenida en las semanas previas y posteriores a Navidad. Y no se trata solo del consumo de alcohol. “Las enfermedades que acompañan a los problemas cardiovasculares, en general, son silenciosas; lo mismo la diabetes, la hipertensión y el colesterol elevado”, remarcó Meretta, al subrayar la importancia de mantener los controles incluso durante las fiestas.

El estrés, un factor clave en el cierre del año

A este escenario se suma un componente cada vez más relevante: el estrés de fin de año. El doctor Juan Pablo Costabel, jefe de la Unidad Coronaria e Internación del ICBA, explicó que en esta etapa se multiplican las consultas vinculadas a síntomas asociados al agotamiento físico y mental. “En la práctica clínica, las consultas por síntomas vinculados al estrés aumentan en el tramo final del año. Se observan con más frecuencia insomnio o sueño no reparador, palpitaciones, cefaleas tensionales, aumento de la presión arterial, sensación de agotamiento extremo”.

El impacto del estrés sostenido no es menor. “Desde el punto de vista cardiovascular, el burnout puede generar una tormenta perfecta: el cuerpo permanece en un estado de alerta crónico, con aumento del tono simpático, presión arterial elevada, mayor frecuencia cardíaca y cambios metabólicos que favorecen el aumento de peso y del colesterol”, advirtió Costabel.

Frente a este panorama, los especialistas coinciden en la importancia de sostener hábitos de cuidado incluso durante los festejos. “Moderarse y, sobre todo, no abandonar la medicación, porque está instalado un pensamiento mágico de que alguien te va a cuidar en la Navidad. La medicación no se abandona nunca”, insistió Meretta.

El cardiólogo también alertó sobre la necesidad de prestar atención a los síntomas: “Hay que recordar que los factores de riesgo son silenciosos en general y que si uno abandona el tratamiento y le da sobrecarga en esos días de festejos, se acerca más a la banquina que a la ruta”.

Desde el ICBA recomiendan hidratarse adecuadamente, beber al menos el doble de agua que de alcohol, moderar el consumo de sal y grasas, respetar los horarios de medicación y consultar rápidamente ante cualquier malestar.

“El corazón no solo bombea sangre: también traduce emociones. Late más rápido con la ansiedad, se calma con la serenidad y sufre cuando el estrés se prolonga”, reflexionó Costabel.

El consumo de alcohol, uno de los principales protagonistas de las fiestas, también merece atención especial. “Es importante, a la hora de tomar alcohol, hacerlo en forma medida y responsable. Un estudio reciente publicado en el European Journal of Cardiology alertó que aun un solo trago equivalente a un vaso de vino, un porrón de cerveza o 40 ml de una bebida blanca incrementan el riesgo de esta arritmia en un 16% si se compara con los no-bebedores, por lo cual debemos ser prudentes”, explicó el doctor Mario Boskis, cardiólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología.

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