DERROTA. El Gobierno recibió un revés en la votación del Presupuesto
La satisfacción por la media sanción del Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados no duró demasiado en los pasillos de la Casa Rosada. Lo que debía ser una jornada de victoria legislativa terminó dejando un sabor agridulce y un clima de tensión. Si bien el oficialismo logró el avance general del proyecto, el rechazo a la derogación de las leyes de financiamiento universitario y emergencia en discapacidad obligó a la “mesa chica” del presidente Javier Milei a activar un plan de contingencia.
Este jueves, mientras en los afueras de Casa Rosada la CGT hacía sentir su presión con una masiva movilización contra la reforma laboral, las figuras centrales del Poder Ejecutivo se recluyeron para definir los pasos a seguir. Del cónclave participaron el ministro de Economía, Luis Caputo; el asesor Santiago Caputo; el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y la jefa del bloque libertario en el Senado, Patricia Bullrich.
En este contexto, la orden que emana del despacho presidencial es tajante: si el texto final que resulta del Congreso compromete el equilibrio fiscal, habrá veto total o parcial . Para el Gobierno, el mantenimiento de las partidas para universidades y discapacidad tal como están planteadas “rompe el déficit cero”.
Sin embargo, el camino hacia el Senado es sinuoso. Al haber sido rechazados esos artículos específicos en Diputados, la Constitución impide insistir con la misma redacción. Por ello, la estrategia liderada por Bullrich busca introducir “alternativas” o nuevos apartados que permitan moderar el impacto presupuestario de estas leyes.
El cronograma de la urgencia
Para evitar nuevos traspiés y blindar el Presupuesto, el Gobierno tomó una decisión pragmática: postergar la reforma laboral hasta el 10 de febrero. La prioridad absoluta es la “Ley de Leyes”. El cronograma que maneja la Casa Rosada está ajustado porque con en este nuevo escenario, el oficialismo buscará lograr hoy el dictamen del Presupuesto. El 26 de diciembre se trataría el proyecto en el recinto para que vuelva a Diputados y puedan sancionarlo de forma definitiva el 29 de diciembre.
Por su parte, en el Ministerio de Economía prefieren mirar los monitores financieros. Sostienen que la reacción positiva de los mercados ante el avance del presupuesto es la señal de que el rumbo es el correcto, aunque el costo sea una negociación legislativa que se libra voto a voto y bajo la constante amenaza del veto presidencial.










