Fiesta del Deporte: una pausa necesaria para mirar lo que somos

La tradicional ceremonia es un espacio para revisar el año, escuchar más voces y reafirmar el compromiso de contar y acompañar las historias del deporte tucumano.

MOMENTO SOÑADO. María Emilia Filgueira recibe el premio mayor de los Jefes de la Sección Deportes, Bruno Farano y Alejandra Casas Cau. MOMENTO SOÑADO. María Emilia Filgueira recibe el premio mayor de los Jefes de la Sección Deportes, Bruno Farano y Alejandra Casas Cau. LA GACETA / Osvaldo Ripoll
Por Bruno Farano y Ale Casas Cau Hace 3 Hs

Cada edición de la Fiesta del Deporte es, además de una ceremonia, un punto de inflexión. Un momento para detener la vorágine cotidiana, mirar el año que pasó y preguntarnos si estamos haciendo bien nuestro trabajo. Para quienes integramos la sección Deportes de LA GACETA, el premio no es un trámite ni una tradición automática: es una responsabilidad. Y también una convicción.

Este año decidimos apostar. Apostar a ampliar el mapa del deporte tucumano, a incluir más disciplinas, a darles lugar a prácticas que muchas veces quedan lejos de las luces principales pero que sostienen, con esfuerzo silencioso, la vida deportiva de la provincia. Padel, patín, handball, taekwondo, softbol, natación, y futsal, encontraron en esta edición un espacio de reconocimiento que no siempre tienen. No por falta de mérito, sino por falta de visibilidad.

También apostamos al escenario. Elegir el hotel Sheraton no fue sólo una decisión logística o estética. Después de dos años en los que habíamos apostado a realizar la gala en un formato televisivo, decidimos salir de la Redacción; para entregarle mayor emoción a la fiesta; algo que el deporte tucumano merece.

La ampliación del jurado fue otra señal clara de ese camino. Invitamos a más voces, a miradas diversas, con la certeza de que el deporte no se explica desde un único punto de vista. Escuchar, debatir, contrastar opiniones y construir consensos fue parte del proceso. Porque premiar no es elegir al azar: es observar, analizar, asumir que cada decisión tiene un impacto y que detrás de cada nombre hay historias de sacrificio, de madrugadas, de derrotas y de persistencia.

En un contexto complejo, en el que muchas veces el esfuerzo no siempre encuentra recompensa inmediata, creemos que el reconocimiento sigue siendo necesario. Como un gesto que dice “lo que hacés importa”. Es una manera de resaltar el esfuerzo del que se entrena antes de ir trabajar, el que viaja horas para poder competir, o el que representa a Tucumán sin reflectores ni contratos, pero con una entrega absoluta.

La expectativa hacia el año que viene es seguir profundizando ese camino. Poder incluir aún más disciplinas, trabajar de manera más articulada con las asociaciones y federaciones, escuchar sus miradas y, sobre todo, llegar a más historias. Historias de deportistas que ponen todo de sí, que sostienen su vocación con esfuerzo, pasión y convicción, muchas veces sin aplausos ni reconocimiento público.

La Fiesta del Deporte no pretende cerrar debates ni saldar deudas. Pretende algo más simple y, a la vez, más profundo: poner en el centro a los deportistas. A quienes, día tras día, eligen esforzarse, competir, superarse y volver a empezar. Desde LA GACETA, creemos que ese camino merece ser contado, acompañado y, una vez al año, celebrado.

Porque reconocer también es una forma de cuidar el deporte que somos.

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