Cómo reconocer un infarto y pedir ayuda

Cuál es el problema cardiovascular que sufrió el cantante Joaquín Levinton y por qué es una enfermedad que alarma en el país.

Joaquín Levinton Joaquín Levinton
Hace 9 Hs

Estaba en un bar con sus amigos cuando empezó a sentir un fuerte malestar físico. El músico Joaquín Levinton (50), líder de la banda Turf, tuvo que ser asistido por la emergencia y trasladado a un hospital donde quedó internado. Luego, los médicos le confirmaron que padecía un infarto agudo de miocardio, una patología que hoy es la principal causa de muerte en la Argentina. Cada año se reportan cerca de 40.000 casos, lo que significa más de un centenar de episodios diarios en todo el país.

¿De qué se trata?

Un infarto se produce cuando el flujo de sangre que llega al músculo cardíaco se interrumpe de manera súbita o disminuye tanto que los tejidos dejan de recibir oxígeno. La causa más común es la ateroesclerosis: la acumulación de grasa y colesterol en las arterias coronarias, que con el tiempo forma placas que estrechan los vasos. Cuando una de estas placas se rompe, el organismo responde formando un coágulo que puede bloquear por completo la circulación. Si eso sucede, el área del corazón irrigada por esa arteria comienza a dañarse en cuestión de minutos.

Los síntomas suelen incluir una presión intensa en el pecho -descripta como opresión, peso o quemazón- que puede extenderse a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula. También pueden aparecer sudoración fría, mareos, náuseas, falta de aire o palpitaciones. No obstante, los signos pueden variar mucho y, en algunos casos, ser tan leves que pasan inadvertidos. Por ejemplo, en adultos mayores, mujeres y personas con diabetes es frecuente que el infarto se manifieste sin el clásico dolor torácico. En estos grupos, el cuadro puede presentarse como fatiga extrema, sensación de presión leve o malestar digestivo, lo que dificulta el diagnóstico temprano.

En Argentina, las enfermedades cardiovasculares representan cerca del 30% de las muertes anuales. Los cardiólogos señalan que, si bien la incidencia aumenta después de los 45 años en hombres y de los 55 en mujeres, cada vez se observan más casos en personas jóvenes. El incremento de los índices de obesidad, diabetes y sedentarismo contribuye de manera decisiva a esta tendencia. Los factores de riesgo son: hipertensión, colesterol elevado, tabaquismo, sobrepeso, sedentarismo y antecedentes familiaresTambién influyen el estrés crónico, las alteraciones del sueño y el descanso insuficiente.

Los estudios muestran que la mayoría de las personas, cuando sufren un ataque, consulta demasiado tarde, perdiendo un tiempo crítico para evitar un infarto grave o sus secuelas. A nivel nacional, se calcula que el 40% de los pacientes consultó después de tres horas y un 25%, después de seis horas.

Esta situación es preocupante, teniendo en cuenta que cuando ocurre un infarto cada minuto cuenta. Y es muy importante llegar rápido a los servicios médicos. Lo primero que se recomienda es llamar a una ambulancia. Ya en el centro médico, si este tiene capacidad para realizar una angioplastia, es hacer la intervención dentro de los primeros 90 minutos desde la llegada del paciente, un estándar conocido como tiempo “puerta-balón”. En hospitales sin capacidad para realizar angioplastia, se administran medicamentos que disuelven coágulos en la primera media hora, período llamado “puerta-aguja”.

El corazón necesita un suministro constante de oxígeno para funcionar correctamente, y durante el infarto, ese flujo se interrumpe. Cuando esto sucede, las células del corazón comienzan a morir. Cuanto más se demora la restauración del flujo sanguíneo, mayor es el daño.

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