EN NUEVA YORK. Milei y Trump compartieron un encuentro en el marco de la asamblea de las Naciones Unidas, realizada el 23 de septiembre.
En una nueva jornada de tensión financiera, la gestión del presidente Javier Milei recibió la confirmación sobre una cumbre con su par estadounidense, Donald Trump, prevista para el martes 14 en la Casa Blanca. Entre otras cuestiones, el Gobierno intentará destrabar las negociaciones por los aranceles al acero para cerrar el acuerdo comercial con los Estados Unidos. En el Ejecutivo insisten también en que el jefe de Estado avanzará en las negociaciones para que el Tesoro de los Estados Unidos -que encabeza Scott Bessent- respalde el pago de deuda de U$S4.000 millones en enero y U$S4.500 millones en julio. Abarca desde la posibilidad de concretar un swap de monedas por U$S20.000 millones hasta el uso del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF), consigna el sitio TN.com.
El apoyo financiero de los Estados Unidos es seguido con atención por el mercado, que sigue en medio de un clima de incertidumbre. Una prueba de ello es que los bonos cayeron 7%, las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street perdieron hasta 7,5% y el riesgo país superó los 1.200 puntos básicos. En gran parte, los números rojos reflejan que, pese a respaldo de Estados Unidos, todavía persiste una fuerte preocupación por los pagos de deuda del año que viene y la falta de acumulación de reservas. El indicador que mide JP Morgan finalizó ayer en 1.230 puntos, 106 unidades por encima del cierre previo. Con estos niveles, se encarece aún más el costo de financiamiento global y complica el objetivo del equipo económico de salir a los mercados internacionales en 2026. En este contexto, los especialistas insisten en que el Gobierno necesita acumular dólares de forma sostenible, no solo para tener las divisas suficientes para cumplir los compromisos sino también, para dar una señal clara respecto a la posibilidad de afrontarlos.
En las últimas jornadas, el nerviosismo se agudizó porque si bien el Tesoro acumuló cerca de U$S2.200 millones -según informó el director del Banco Central, Federico Furiase-, eso no sería suficiente para asegurar los próximos vencimientos de deuda. Además, algunos referentes del mercado deslizaron ayer que el Gobierno habría vuelto a vender dólares para contener la suba. Sumado a esto, algunos expertos marcaron también que el Tesoro solo se habría quedado con el 35% de lo liquidado por el agro tras la aplicación del programa de retenciones cero.
Los activos domésticos extiendieron el tono más cauto de las últimas jornadas, el cual llegó tras el fuerte rebote técnico inicial a los anuncios de Bessent, a la espera de mayores precisiones sobre la estrategia y las herramientas de la implementación, así como los tiempos de ejecución. A la espera de esas definiciones, y los resultados de las importantes elecciones de octubre, los operadores por estos días se encuentran focalizados en la dinámica cambiaria, advierte el economista Gustavo Ber. Las miradas se concentran en la evolución de la brecha, que se ha venido hasta ahora ampliando moderadamente tras la nueva normativa “anti rulo”, y en el nivel de compras que finalmente alcanzará el Tesoro a partir del aluvión de liquidaciones del campo que estaría concluyendo, fundamenta. En el mercado, se anticipa que la búsqueda de cobertura continuaría a la orden del día. De ahí que se prestará atención a ese proceso monitoreando si pudiera volver tocar el techo de la banda, y así requerir ventas de divisas por parte del Banco Central, toda vez que sigue ganando consenso la necesidad de encarar una decidida estrategia para acumular reservas, expresa Ber.
Economía más lenta
En medio de todas estas turbulencias, el Presidente reconoció públicamente que la actividad económica se mueve con más lentitud que lo previsto originalmente. “Se desaceleró fuertemente la actividad económica”, reconoció el presidente Javier Milei en una entrevista con el periodista Antonio Laje en A24. El mandatario admitió que la economía, tras mostrar signos de recuperación en el último año, experimenta una caída significativa en la actividad y en los niveles de confianza.
La Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella registró esta semana la segunda caída del Índice de Confianza del Gobierno, un indicador que el mercado sigue con atención para establecer el grado de fortaleza de la administración. El diagnóstico muestra que el nivel de confianza, a estas alturas de la gestión, está en una línea intermedia del que tenía Mauricio Macri y Alberto Fernández, al transcurrir casi 20 meses de Gobierno. Milei consideró que se trata de una consecuencia directa de la coyuntura y de la ralentización en el mercado interno. “No lo dudo de eso y no lo puse en duda. Ahora lo explico. Vamos adelante”, respondió, y enfatizó que la percepción negativa se vincula al contexto de alta conflictividad política y de año electoral.
Respecto de la desaceleración, el jefe de Estado la atribuyó a las acciones del Congreso Nacional. “La economía argentina se venía expandiendo muy fuertemente durante la primera parte del año, y venía acelerando hacia el 8% en algún momento. Pero del otro lado decidieron empezar a atacar y salieron a romper todo, básicamente lo que ves es un esquema de destructivo instrumentado desde el Congreso de la Nación”, fundamentó el mandatario nacional. “La vocación destructiva del kirchnerismo, que está dispuesta a romper todo porque lo único que le importa es el poder, no es gratis”, sentenció.









