Verrugas en el cuello: causas, tratamientos y cuándo consultar a un dermatólogo

Los especialistas explican cuándo estos abultamientos deben alertarnos y si conviene quitarlas según cada caso. ¿Debemos preocuparnos?

Por qué aparecen pequeñas verrugas con la edad y cómo quitarlas Por qué aparecen pequeñas verrugas con la edad y cómo quitarlas
06 Septiembre 2025

El aumento de las consultas sobre verrugas en el cuello ha llamado la atención de los dermatólogos en Argentina. ¿Por qué aparecen estos pequeños bultos? ¿Son peligrosos? ¿Y cuál es la mejor forma de tratarlos, especialmente ante la proliferación de métodos caseros que pueden ser riesgosos? Expertos responden a estas preguntas clave.

¿Qué son las verrugas en el cuello?

Según los especialistas, las verrugas en el cuello suelen ser pequeños crecimientos benignos en la piel que, en la mayoría de los casos, desaparecen por sí solos. La causa más común es una infección por el virus del papiloma humano (VPH).

Las verrugas filiformes o acrocordones: las más comunes en el cuello

Si bien en el cuello pueden aparecer diversos tipos de verrugas, las más frecuentes son las filiformes (también conocidas como acrocordones).  Estas protuberancias suaves, a menudo de color marrón, se forman cuando las células superficiales de la piel se multiplican rápidamente

¿Por qué aparecen las verrugas filiformes?

Aunque la causa exacta a veces es difícil de determinar, estos son algunos factores que pueden contribuir a su aparición:

Este tipo de formaciones pueden aparecer a causa de un virus y son más comunes y persistentes según avanzamos en edad, aunque también se relacionan con el sobrepeso, la predisposición genética o los problemas hormonales. También pueden aparecer de manera aislada o en grupos.

Aunque no pican ni duelen, es recomendable que, sobre todo si hay muchas o son muy grandes, consultemos por el dermatólogo para descartar que se trate de algo potencialmente peligroso.

Verrugas en el cuello: ¿cómo se quitan?

Si las verrugas en cuello son benignas y no nos causan molestias, es probable que el dermatólogo no recomiende ningún tratamiento, pues lo normal es que desaparezcan con el tiempo y sin hacer nada. Si el paciente decide tratarlas por motivos estéticos, hay varios tratamientos que pueden funcionar.

Siempre hay que valorar bien si las tratamos o no en función de la gravedad de lo que afecte a nuestra calidad de vida, pues como aseguran desde la Fundación piel sana, de la Academia Española de Dermatología y venereología, “está demostrado que al menos el 60% de las lesiones se resuelven en dos años si las dejamos a su libre evolución”, y sin dejar cicatriz, algo que sí puede ocurrir cuando recurrimos a un tratamiento demasiado agresivo.

Sólo se recomienda tratar en caso de que las verrugas estén en zonas de riesgo, como los genitales.

Los tratamientos más comunes para las verrugas en el cuello son:

- Ácido salicílico: se puede hacer en casa y suele ser muy efectivo, aunque para ello hay que ser constantes con el tratamiento, que se puede prolongar en el tiempo.

- Tratamiento tópico con Nitrato de plata + nitrato de potasio.

- Cantaridina: es un tratamiento tópico que se aplica sobre la lesión y se retira a las tres o cuatro horas. Suele ser efectivo con solo dos sesiones en el 7% de los casos.

- Crioterapia: consiste en congelar la verruga con nitrógeno líquido. Es bastante agresivo, puede ser doloroso y suele dejar marcas, por lo que solo se recomienda en caso de verrugas muy grandes o persistentes.

- Electrocoagulación: esta técnica consiste en utilizar la corriente eléctrica para coagular los tejidos que necesitan ser eliminados. Es un procedimiento agresivo que debe hacerlo un profesional, al ser doloroso precisa del empleo de anestesia, cuidados postoperatorios y suele dejar cicatriz.

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