Luis Caputo y Javier Milei.
¿Qué sucedió para que, de una semana a otra, el dólar pasara de un esquema alcista a otro que tiende a normalizar el tipo de cambio? Según Ecolatina, se dieron varios factores para que este fenómeno sucediera. Por un lado, se observó el ajuste automático propio del esquema cambiario, incentivando la liquidación de exportaciones y la pausa de las importaciones en la medida que se acerca al techo. Además, se retomó la estrategia de carry trade producto de rendimientos en pesos elevados y expectativas de un dólar menos en el corto plazo. A esto se agregó la escasez de pesos producida por la efectivización de la nueva suba de encajes promovida por el Banco Central. En otro orden, acota la consultora, ingresó el desembolso del FMI y con ello la modificación de la meta de reservas. Tres son los aspectos principales:
1) Reducción de U$S 5.000 millones para 2025 y U$S 2.000 millones en 2026.
2) Se computa de pleno los préstamos en dólares que obtenga el Gobierno nacional.
3) La revisión será de forma semestral en lugar de trimestral.
“Siguiendo con esto último, más allá del reacomodamiento y el cumplimiento de las metas, es importante que el Gobierno muestre cada vez más contundencia en la dirección por recuperar las reservas del BCRA, factor elemental para reducir el riesgo país y retornar a los mercados financieros en 2026 para afrontar un abultado umbral de vencimientos en dólares”, completa Ecolatina.
Sin embargo, Invecq Consultora Económica señala que, más allá del “waiver” del Fondo, la acumulación de reservas internacionales sigue siendo el Talón de Aquiles del plan económico que instrumenta el presidente Javier Milei. “Aunque el objetivo de diciembre se relajó en U$S 6.500 millones, aún habría que acumular U$S 6.600 millones en lo que resta del año. Un número que luce muy desafiante y parecería solo ser viable si se reabre el financiamiento externo tras las elecciones”, destaca en su reporte.
En esa revisión del FMI, el frente fiscal, fue lo mejor que exhibió el Gobierno. Se sobrecumplió la meta: el resultado primario fue superior en 0,1% del PBI al objetivo establecido, por ingresos mayores a los esperados y un control más estricto del gasto.
El frente monetario fue aprobado, pero con algunos reparos. El M2 privado transaccional evolucionó acorde a lo esperado, aunque más por un aumento de los activos internos netos que por la dinámica de las reservas internacionales netas (RIN). El organismo destaca que, tras el desarme de las LEFI, la volatilidad en las tasas de interés comienza a normalizarse a medida que las entidades financieras empiezan a volcar su liquidez a títulos del Tesoro; el BCRA realiza repos y operaciones de mercado abierto, e interviene (excepcionalmente) en el mercado de futuros.
Más consistente
Hacia adelante, apunta Invecq, el FMI espera que la evolución de los agregados monetarios sea más consistente con la acumulación de RIN. Asimismo, pide que el BCRA, en coordinación con el Tesoro, asuma un rol más activo en el manejo de la liquidez para mitigar la excesiva volatilidad, y haya una mayor claridad en relación con el régimen monetario-cambiario a mediano plazo.
La meta de acumulación de reservas estuvo muy lejos de cumplirse: las RIN debían alcanzar un saldo negativo de U$S 2.150 millones al 13 de junio (a precios del acuerdo), pero fueron US$ 5.650 millones negativos; es decir, faltaron U$S 3.500 millones.
Hacia adelante, la meta de diciembre, pese a la reducción de U$S 6.500 millones, sigue luciendo desafiante. Hoy las RIN cerraron con saldo negativo de U$S 7.700 millones versus un objetivo de U$S 3.350 millones negativos al 31 de diciembre; es decir, deberían subir U$S 4.350 millones. “Si bien el staff report recomienda que las compras en bloque del Tesoro se profundicen y que el BCRA empiece a participar activamente en el mercado, esto no parecería suficiente. La otra posibilidad es que, poselecciones, con un resultado favorable, se desplome el riesgo país y esto permita financiarse en el exterior a un tasa razonable. O una combinación de las dos. El equipo económico confía en lo segundo. A priori, más allá de que el escenario más probable sea una victoria del oficialismo, parece difícil que logre sumar el monto necesario, o que cambie radicalmente su estrategia en relación con las compras del Tesoro-BCRA”, finaliza.









