La avena es considerada un superalimento por la cantidad de beneficios que aporta al cuerpo. Es uno de los alimentos más consumidos por las personas que entrenan o buscan bajar de peso. Pero este ingrediente sigue estando dentro del grupo de carbohidratos, por lo que si no se consume de la manera adecuada, puede generar el efecto contrario al esperado.
Este cereal es rico en vitaminas B, carbohidratos complejos y tiene un alto nivel de fibra. También contiene minerales como magnesio, hierro y zinc. Sirve para regular el nivel de azúcar y de colesterol en sangre, acelera el metabolismo y regula el tránsito lento y fortalece el sistema inmunológico.
Son muchos los factores que incidirán en la posibilidad de bajar de peso consumiendo avena y todos deben tenerse en cuenta: desde la combinación con otros alimentos, hasta el momento del día en que se incorpora a la dieta. También influirán el estilo de vida, la ejercitación, el distanciamiento entre consumo de avena y entrenamiento y las cantidades elegidas en cada plato.
Cuándo comer avena para bajar de peso: dos ideas
En este sentido, se puede establecer que comer de manera “correcta” un alimento, se aborda desde diferentes frentes. En primer lugar, los especialistas recomiendan altamente utilizarla para los desayunos o después del entrenamiento para recuperar la musculatura después del esfuerzo.
Hay dos opciones perfectas para consumir la avena. Por una parte, cocida, combinándola con claras de huevo o proteínas en polvo. Por otra parte, calentar tres cucharadas de avena integral con agua y luego agregar jugo de medio limón. Se puede dar más sabor con una pizca de canela.
Cómo combinar la avena para bajar de peso
También se recomienda mezclar la avena con fruta fresca o grasas saludables como semillas de chía o linaza para tener una sensación de saciedad aún mayor. Otra excelente fuente de proteínas que suele elegir para acompañar la avena es el yogur natural o yogur griego.
Una mezcla que no se recomienda es con endulzantes. Se debe evitar el uso de azúcar refinada o miel en exceso. En reemplazo, se pueden utilizar edulcorantes, stevia o frutas de alta dulzura. Además, es indispensable incorporar ejercicios que fortalezcan la masa muscular. Para tener la información más completa y adecuada, siempre debés consultar con un nutricionista que te indique las cantidades y proporciones recomendadas para tu cuerpo.








