28 Junio 2025 Seguir en 
Mantener la limpieza del hogar es una tarea fundamental para prevenir enfermedades, y el piso, en particular, es una de las superficies que más atención requiere. Si bien muchas personas creen que con pasar el trapo de piso basta, lo cierto es que algunos errores comunes pueden convertir esta práctica en una fuente de contaminación dentro de la casa.
En tiempos donde la aspiradora gana protagonismo, el clásico trapo de piso sigue siendo infaltable. Sin embargo, no siempre se usa correctamente. Aunque el objetivo es eliminar el polvo, los restos de comida, los pelos de mascotas y la suciedad que ingresa desde la calle, si el trapo está sucio, puede generar el efecto contrario y esparcir más bacterias de las que elimina.
Una de las creencias más extendidas es que el inodoro o la escobilla del baño son los objetos con más gérmenes, pero eso no es del todo cierto. De acuerdo con el sitio Helpling.nl, los trapos de limpieza albergan una gran cantidad de bacterias, ya que están hechos con fibras que absorben residuos y líquidos, creando un ambiente perfecto para que se multipliquen.
El error más común: no lavar el trapo después de usarlo
Uno de los fallos más frecuentes en la limpieza doméstica es reutilizar el trapo sin desinfectarlo previamente. Muchas personas lo enjuagan superficialmente, lo dejan húmedo y lo vuelven a usar al día siguiente sin advertir que, de ese modo, están propagando microorganismos por toda la casa.
Los trapos sucios pueden acumular restos orgánicos que aceleran la aparición de hongos, moho y bacterias. Si no se lavan adecuadamente tras cada uso, dejan de ser una herramienta de limpieza y se convierten en una fuente de contaminación.
Riesgos silenciosos: lo que no ves en el trapo de piso
Según el sitio especializado CuerpoMente, no desinfectar correctamente los trapos de piso puede traer varias consecuencias para la salud y el ambiente del hogar, entre ellas:
- Propagación de bacterias y hongos: un trapo contaminado se convierte en un vehículo de gérmenes que terminan en cada rincón de la casa.
- Malos olores: los restos que se acumulan en el trapo generan olores desagradables que se intensifican con el uso.
Cómo desinfectar adecuadamente correctamente el trapo
Para evitar estos errores, es fundamental lavar y desinfectar el trapo después de cada uso. Algunas soluciones caseras efectivas incluyen vinagre blanco o bicarbonato de sodio, que ayudan a eliminar bacterias sin necesidad de productos químicos agresivos. Además, es clave utilizar siempre agua limpia al trapear y desechar el agua sucia al finalizar. Después, se recomienda enjuagar bien el trapo, escurrirlo y dejarlo secar al aire libre, preferentemente al sol. (Con información del diario La Nación)
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