Reclamos de médicos residentes. FOTO X @arg_humana
En medio del conflicto entre los trabajadores del hospital Garrahan y el gobierno de Javier Milei por la falta de recursos y bajos sueldos, la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, solicitó a los médicos residentes que suspendan temporalmente la medida de fuerza para avanzar en un acuerdo salarial.
“Antes de ayer (por el miércoles), los residentes presentaron una nota solicitando una reunión en el Ministerio. Ayer mantuvimos dos encuentros. Necesitamos que se sienten con nosotros para cerrar una propuesta”, expresó la funcionaria en diálogo con radio Mitre de Buenos Aires. Y agregó: “Pedimos que se suspenda la medida, al menos por 48 horas, para poder concretar una oferta concreta”.
Loccisano aseguró que existe “voluntad” por parte de la administración libertaria para mejorar los salarios, pero volvió a la carga contra el sector al afirmar que los recursos están siendo utilizados de forma “ineficiente”. En ese sentido, apuntó contra el personal administrativo y operativo del hospital: “No queremos seguir invirtiendo en la ineficiencia, en tantos empleados que no tienen una razón de ser, sino en los profesionales médicos que trabajan, que están y que resuelven”, argumentó.
Según fundamentó, actualmente el Garrahan cuenta con 953 empleados administrativos y operativos, frente a unos 480 médicos. “Durante el gobierno de Alberto Fernández, entre 2020 y 2023, el personal se incrementó en más de 1.200 empleados. Hoy todos siguen en funciones, pero las prestaciones del hospital no aumentaron. De ese total, unos 300 son administrativos”, afirmó, consignó el sitio Infobae.
Sin embargo, en el hospital rechazaron las cifras expuestas por el Gobierno nacional. De acuerdo con un informe reciente elaborado por los trabajadores del Garrahan con datos de 2024, el personal se distribuye: 957 empleados en logística (incluyendo 473 administrativos), 581 en conducción, y 3.190 en el área asistencial, de los cuales 558 son médicos. El resto corresponde a enfermeros, técnicos, auxiliares y otros roles clave para el funcionamiento del hospital.
Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE y trabajador del hospital, explicó que muchos médicos no figuran directamente en el área asistencial. “En la categoría 'Conducción' están jefes de sala y coordinadores, que también son médicos. Entonces, los 558 no reflejan el total real de profesionales de la salud”, afirmó. Además, señaló que tampoco están contabilizados los residentes ni los becarios, que sumarían cerca de 700 trabajadores más, en su mayoría médicos.
Cristina Alonso, jefa de Laboratorios del hospital, advirtió sobre la gravedad de la situación. “Sin residentes, no hay hospital. No puede ser que estén cobrando la miseria que están cobrando”. Según explicó, el salario inicial ronda los $800.000. “En los últimos tres años, al menos 200 médicos renunciaron por los bajos sueldos. Vos no podés perder un neurólogo con 15 años de experiencia en casos rarísimos”, lamentó.
La médica también hizo hincapié en la importancia del Garrahan como institución. “Los chicos que están en quimioterapia no pueden dejar de venir. Los trasplantados, los inmunodeprimidos, los diagnósticos complejos… Pensar que el Garrahan es evitable, es de una gran ignorancia”, subrayó.
El hospital Garrahan, que hasta 2017 era financiado de forma conjunta por Nación y la Ciudad de Buenos Aires, quedó desde entonces bajo responsabilidad casi exclusiva de la administración nacional. Es uno de los centros de salud pediátrica más importantes del país, con más de 600.000 consultas ambulatorias al año, alrededor de 10.000 cirugías y unos 100 trasplantes anuales.
Los trabajadores reclaman una recomposición salarial del 100% y que ningún salario quede por debajo del valor de la canasta básica.






