Hace un tiempo las monedas en la República Argentina dejaron de circular debido al insignificante valor de las mismas y no fueron eliminadas por la cartera financiera del gobierno nacional y ahora es el turno de varios billetes. Con la emisión del billete de $10.000, debido a la maquillada inflación que padece la Nación, el billete de $100 y el de $500 comienzan a desaparecer. Claramente no sirven ni para dar vuelto ya que simplemente su valor es el de un caramelo, o cinco, y así lo instalan los negocios que mueven cambio con frecuencia. En breve la gran parte de los productos más baratos de consumo masivo deberán ajustarse al billete de menor valor en circulación, o sea el de $1.000 en una suerte de redondeo para arriba ya que el billete de $500 se instala también a desaparecer pronto porque su funcionalidad actual es la de complementar con otro billete de $500 la suma de $1.000. Es decir que muy pronto lo más barato saldrá $1.000 y ese billete en tiempo récord será el de mayor circulación interpretado en el mercado como cambio. Esto produce la imparable inflación y la negación del Estado en eliminar los billetes sin valor y sin circulación como por ejemplo las monedas todas y los billetes de $10, $20, $50, que los negocios y bancos se niegan a percibir.
Williams Fanlo
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