Con la firma del acta compromiso entre el Gobierno provincial y los representantes de los 14 ingenios azucareros y destilerías de alcohol de Tucumán, la zafra 2025 da sus primeros pasos con una hoja de ruta clara, consensuada y estratégica. El acto, encabezado por el gobernador Osvaldo Jaldo, marca un punto de inflexión en la planificación del sector sucroalcoholero del Noroeste Argentino (NOA), proyectando no solo una campaña eficiente sino también una gestión de excedentes ordenada y sustentable.
Este acuerdo, que también contempla la participación de las industrias de Salta y Jujuy, pone el foco en la exportación de azúcares y la producción de alcohol para el período 2025-2026. La cifra mínima acordada para exportar -460.000 toneladas de azúcar- muestra la determinación del sector para sostener e incluso superar lo obtenido en la compleja zafra 2024, que cerró con más de 600.000 toneladas colocadas en los mercados internacionales.
La importancia de este compromiso radica en su carácter colaborativo. Desde comienzos de año, el Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán (Ipaat) coordinó reuniones con entidades como el Centro Azucarero Argentino (CAA), el Centro Azucarero Regional del Norte Argentino (Carna) y el Centro Azucarero Regional Tucumán (CART), consolidando una planificación basada en datos, proyecciones y experiencia. El objetivo es evitar cuellos de botella y reacciones tardías ante eventuales excedentes o desajustes de mercado, como la caída del precio de la bolsa de azúcar. En este marco, el inicio de la molienda en el ingenio La Florida, el10 de abril, no solo inauguró oficialmente la campaña 2025, sino que también envió un mensaje contundente de anticipación, organización y compromiso. Con el paso de las semanas, se sumarán los demás ingenios de la provincia y del NOA, completando el engranaje productivo de una de las actividades económicas más importantes de la región.
El sector del alcohol también marca cifras alentadoras: el récord histórico de más de 560.000 m³ alcanzado en campañas anteriores representa un punto de partida robusto. El compromiso de alcanzar al menos 600.000 m³ de producción para el próximo ciclo reafirma el potencial del NOA como actor clave en el cumplimiento del cupo bioenergético nacional. El compromiso firmado no es solo una declaración de intenciones, sino una estrategia sustentada en resultados. La experiencia del 2024 sirve como modelo: pese a una producción elevada y condiciones climáticas adversas, la industria logró ordenar sus excedentes y potenciar sus exportaciones.
Hoy, con la zafra arrancando, se repite ese espíritu de unidad y previsión. En definitiva, la firma de este acuerdo representa una apuesta sólida al trabajo conjunto, al desarrollo económico regional y a la previsibilidad en uno de los sectores más emblemáticos del norte argentino. Es también una señal de que, cuando hay diálogo, planificación y responsabilidad compartida, el futuro se construye con bases firmes.