05 Febrero 2025
Las mascotas son uno de los habitantes de casa que más sufren las altas temperaturas. Con la ola de calor que afecta tanto a nuestra provincia como el resto del país, los cuidados para evitar el temporal abrasante se vuelven más apremiantes, sobre todo si se trata de nuestros perros que son los más vulnerables. El baño es una de esas estrategias, por lo que debemos conocer con qué frecuencia hacerlo para aliviar los síntomas del calor.
En el verano, el baño se vuelve un hábito fundamental en la rutina de nuestros perros, tanto para mantener su higiene como para su comodidad. Las altas temperaturas pueden hacer que los animales acumulen suciedad y humedad en su pelaje, lo que puede generar mal olor o irritaciones en la piel. Pero, una ducha cumple también una función tascendental, aliviar los síntomas del calor excesivo.
¿Con qué frecuencia debemos bañar a los perros?
El calor puede afectar ampliamente a nuestros perros. Entre los riesgos, la deshidratación y los golpes de calor son las afecciones con las que hay que tener mayor cuidado. Para evitarlas, debemos conoocer la frecuencia con la quedebemos bañarlos, lo que va a depender de diversos factores.
La frecuencia con la que se debe bañar a un perro depende de factores como su tipo de pelaje, estilo de vida y necesidades específicas, según los expertos del American Kennel Club. Por ejemplo, las razas sin pelo, como el Xoloitzcuintli, necesitan baños semanales debido a la delicadeza de su piel.
Los caninos de pelaje largo, como el Maltés, requieren baños cada semana o hasta cada seis semanas si se realiza un mantenimiento adecuado entre sesiones. En cambio, las razas de pelo espeso o doble, como los Huskies, deben bañarse con menor frecuencia para no eliminar los aceites naturales que protegen su piel.
¿Por qué no debemos bañarlos tan seguido?
Algunos perros con problemas cutáneos utilizan champús medicados bajo supervisión veterinaria. Aquellos que pasan mucho tiempo al aire libre, en el agua o en terrenos fangosos, suelen necesitar más baños que los que viven mayormente en interiores.
Bañar a un perro con demasiada frecuencia puede tener efectos negativos en su piel y pelaje. Al hacerlo de forma excesiva, se eliminan los aceites naturales que protegen la piel, lo que puede provocar resequedad, picazón y un deterioro en la calidad del pelaje.
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