CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá.- El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, inició conversaciones con el presidente panameño, José Raúl Mulino, sobre la amenaza de Donald Trump de que retomará el control del canal de Panamá porque está bajo “influencia china”.
Rubio, quien llegó el sábado a Panamá en su primer viaje al exterior como secretario de Estado, fue recibido con honores en el Palacio de Las Garzas, en el casco antiguo de la capital panameña.
En Panamá comenzó una gira de seis días que incluye El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, centrada en el canal, la migración, la lucha contra el crimen organizado y la influencia de China en la región.
Al final de la tarde, el secretario de Estado visitó en la capital las esclusas de Miraflores de la estratégica vía que une los océanos Pacífico y Atlántico, por donde pasa el 5% del comercio marítimo mundial y el 40% de contenedores de Estados Unidos.
El Canal de Panamá es una vía artificial de 82 km que cruza el istmo de Panamá. Conecta el Océano Atlántico con el Pacífico y es un componente esencial en el transporte marítimo global, conocido por su sistema de esclusas que elevan y bajan los barcos, para compensar la diferencia de altura entre un océano y otro.
La historia del canal está ligada a la expansión del poder estadounidense en el siglo XX. Construido con fondos estadounidenses y un enorme costo en vidas humanas, ese país se quedó además con una zona de Panamá, país cuya independencia había impulsado para separarlo de Colombia y -de esa manera- lograr el control de ese paso fundamental para el comercio internacional. Su recuperación fue parte de las luchas por la soberanía panameña y de los procesos de descolonización del siglo XX.
Trump no ha descartado el uso de la fuerza militar para “recuperar” el canal, inaugurado en 1914 y entregado a Panamá a fines de 1999 en virtud de tratados bilaterales.
Rubio minimiza la opción militar, pero asegura que Washington no permitirá que China, competidor de Estados Unidos, tenga control sobre el canal a través de una empresa de Hong Kong que opera puertos en las dos entradas de la vía.
Mulino rechaza categóricamente que China ejerza influencia sobre el canal y ha reiterado que es innegociable pues “es y seguirá siendo de Panamá”.
Según la administración del canal, Estados Unidos, con el 74% de la carga, y China, con el 21%, son los principales usuarios de la vía.
“Mensajero imperial”
Rubio es un hijo de inmigrantes cubanos, furioso anticastrista y con fuertes vinculos con la comunidad latina anticomunista de Florida.
Unas 200 personas protestaron en la capital, coreando: “¡Fuera Rubio de Panamá!, ¡La patria no se vende, la patria se defiende!. Decenas de policías antimotines impidieron que se acercaran al casco antiguo.“Al mensajero imperial (Rubio) le reiteramos que Trump no tiene absolutamente nada aquí. Panamá es un país libre y soberano”, declaró el líder sindical Saúl Méndez, uno de los organizadores de las protestas.