El verano solía ser sinónimo de juegos al aire libre, deportes y talleres en las colonias de vacaciones. Sin embargo, en los últimos años esta actividad enfrentó una baja significativa en la cantidad de niños que participan. Para muchos, el uso creciente de la tecnología en la infancia podría ser la causa principal.
Desde las propuestas de diversos clubes, hasta las alternativas municipales, las familias tucumanas siempre contaron con opciones variadas para mantener a sus hijos activos. Sin embargo, los organizadores y profesores de distintas colonias en Tucumán advirtieron a LA GACETA sobre un fenómeno creciente: la disminución en la asistencia de niños, atribuida a múltiples factores, entre ellos, el ya citado avance de la tecnología en la vida cotidiana.
Menos niños
Francisco Maximiliano Blanco (41), profesor nacional de Educación Física y coordinador del proyecto NEO Colonia, observa una baja significativa en la cantidad de niños en los últimos años. “Antes era normal tener entre 400 y 500 chicos por turno. Hoy, esa cifra se redujo a la mitad o menos”, señaló. Entre los motivos, menciona factores económicos, los temores post pandemia y, sobre todo, el aumento en el uso de dispositivos electrónicos. “La tecnología está ‘embobando’ a los chicos. Pierden la creatividad para jugar, correr o saltar porque pasan muchas horas frente a las pantallas. Esto dificulta también que puedan interesarse por actividades deportivas”.
Lucila Mulki (36), profesora de Educación Física y coordinadora de colonias, coincide en que la tecnología es un factor determinante, especialmente en preadolescentes. “Los chicos de 11 o 12 años ya no quieren asistir a colonias porque se sienten adolescentes y prefieren quedarse en casa con sus amigos o jugando en línea. Esto genera una notable baja en ese grupo etario y un aumento del sedentarismo”, explicó.
Padres preocupados
Otro factor que desalienta la participación es el temor de los padres, principalmente vinculado a la seguridad en las piscinas. Según Mulki, “es común que los padres desconfíen, sobre todo en lo relacionado con la pileta. Pero basta con ver cómo los niños disfrutan y se desenvuelven en la colonia para que ese miedo desaparezca”.
Emilse del Milagro Maldonado Olmos (26), profesora en el complejo de Ojo de Agua, resalta la importancia de generar confianza en los padres. “Nosotros priorizamos la comunicación directa, informando todo lo necesario para su tranquilidad. Esto, sumado a la calidad de las instalaciones, refuerza la seguridad que sienten al enviarlos”, detalló.
¿Tecnología o deporte?
La respuesta parece depender del contexto. Según Maldonado Olmos, durante las actividades en las colonias los niños logran desconectarse de los dispositivos electrónicos. “Aunque muchos tienen celulares o tablets, no tienen tiempo de usarlos porque están ocupados jugando y compartiendo con otros niños”, afirmó.
Por su parte, Blanco lamenta cómo el acceso temprano a la tecnología está afectando las habilidades básicas de los niños. “Cuando llegan a las colonias, muchos no saben correr o saltar, algo que antes era natural. Esto demuestra lo perjudicial que puede ser la exposición prolongada a las pantallas”, advirtió.
Colonias en crecimiento
A pesar de los desafíos, muchos coordinadores ven un futuro para las colonias de verano, siempre y cuando logren adaptarse a los nuevos tiempos. Gabriel Lazarte (47), coordinador del club Azucena, destaca que en su experiencia personal hubo un aumento en la cantidad de niños en las últimas temporadas. “En mis comienzos eran menos niños que hoy, en una temporada buena tuve 115 niños a cargo. Los papás tienen que buscar ‘profes’ comprometidos y responsables, de eso se trata nuestro crecimiento considerable, por suerte”.
Luciano Landete (33), coordinador de la Colonia de Verano Aqualand, en Tafí Viejo destacó el crecimiento de su proyecto.“Desde que reiniciamos en 2023, notamos un aumento en la cantidad de niños que asisten. Creo que esto se debe a que mi grupo familiar está muy vinculado al deporte, lo que genera confianza en los padres”, explicó. Sin embargo, señala que el exceso de tecnología en la vida de los niños tiene un impacto negativo. “La tecnología, en exceso es perjudicial. Muchos niños hoy tienen un gran sedentarismo y no practican actividades al aire libre”.
Gastón Neme (25), profesor universitario de Educación Física y guardavidas, comenzó con sólo siete niños en la colonia Tiburoncin del club Argentinos del Norte y hoy cuenta con 83. Para él, la clave está en motivar a los chicos a través de juegos que promuevan el desarrollo motriz dentro y fuera del agua. Aunque reconoce que la tecnología compite con las actividades físicas, destaca el rol de los profesores en revertir esta tendencia. “Nosotros estamos para motivar a los niños a experimentar el goce y la diversión”.
Neme también subraya la importancia de la adaptación. “Al principio, los padres tienen miedo, pero a medida que ven cómo sus hijos se integran, esa preocupación desaparece”.
El enfoque lúdico
Antonella Carranza, coordinadora general de la colonia del Club Talleres en Tafí Viejo, destaca la importancia de evitar que los niños lleven dispositivos electrónicos. “Buscamos que los chicos descubran la esencia del juego, y los resultados han sido muy favorables”.
Para Carranza, las colonias son una oportunidad única para que los niños desarrollen habilidades cognitivas y motrices en un entorno recreativo. “La colonia fomenta valores como la integración, el compañerismo y la independencia. Es una experiencia enriquecedora para los chicos y una gran ayuda para los padres”, agregó.
Daniela González Fanjul, profesora de la misma colonia, señaló que muchos niños llegan con dificultades en habilidades motoras básicas, un problema que atribuye a la falta de actividad física por el uso excesivo de dispositivos electrónicos. “Muchos niños no tienen aprendizajes motrices básicos, como la coordinación, porque pasan mucho tiempo con las tecnologías”. Sin embargo, resalta que la mayoría de los padres confían en las colonias, especialmente por la importancia de enseñarles a los niños a desenvolverse en el medio acuático.