EAGLE PASS, Estados Unidos.- Mientras los oponentes de Donald Trump denuncian las “deportaciones masivas” y la represión fronteriza planeadas por el presidente electo, los líderes republicanos del estado están compitiendo para hacer de Texas la plataforma de lanzamiento del modelo.
Según publicó el diario estadounidense “The Washington Post”, el gobernador Greg Abbott y otros altos funcionarios han pasado los últimos cuatro años posicionándose como los mayores antagonistas de la administración de Joe Biden y herederos de la campaña de control fronterizo iniciada por la última administración Trump.
A pesar de que no tienen autoridad constitucional para hacer cumplir la ley de inmigración, han utilizado herramientas del Estado para intensificar dramáticamente la política y la legislación antiinmigrantes a nivel local, mientras dirigen una narrativa similar a nivel nacional.
Entre sus medidas: inyectar 11.000 millones de dólares a la “Operación Estrella Solitaria” para el control fronterizo, transportar a migrantes en colectivos a estados distantes y atacar a las organizaciones que los defienden. Todo ello marcó un claro alejamiento del “conservadurismo compasivo” de un Partido Republicano de Texas que alguna vez concedió matrícula estatal a estudiantes indocumentados y reasentó a miles de refugiados.
“Los líderes de Texas están tratando de crear un modelo de gobierno federal que sea excepcionalmente duro y cruel con los inmigrantes”, dijo Daniel Hatoum, abogado supervisor principal del Proyecto de Derechos Civiles de Texas. “Texas está más que dispuesto a permitir que la administración Trump coopte sus instituciones para hacer cumplir la ley de inmigración”, insistió. Ese fue el núcleo del mensaje de Abbott durante un acto, el martes, en una base militar estatal, en la frontera en Eagle Pass, en el que apareció con Tom Homan, el “zar fronterizo” de Trump. La ciudad se convirtió el año pasado en la primera línea de la batalla del gobernador con el gobierno federal por la “invasión” de un número récord de inmigrantes.
“Hay un cambio en marcha”, dijo el gobernador a decenas de tropas de la Guardia Nacional de Texas y agentes del orden reunidos para una comida de Acción de Gracias. Los funcionarios estatales ya están consultando con los diputados de transición de Trump sobre la seguridad fronteriza, señaló: sobre “acciones, planificación, preparación, esquemas”.