No es Párkinson: cómo diagnosticar un trastorno del movimiento

No es Párkinson: cómo diagnosticar un trastorno del movimiento

El diagnóstico preciso y precoz de los trastornos del movimiento es crucial para proporcionar el tratamiento adecuado y evitar la sobremedicación.

No es Párkinson: cómo diagnosticar un trastorno del movimiento No es Párkinson: cómo diagnosticar un trastorno del movimiento
11 Julio 2024

La aparición de temblores o torpeza en las manos se asocia frecuentemente a la enfermedad de Parkinson, pero este no es el único diagnóstico posible. 

Existen varias enfermedades neurológicas que se manifiestan de manera similar al párkinson, pero que tienen una evolución diferente y requieren tratamientos específicos. Los parkinsonismos atípicos, por ejemplo, son patologías neurodegenerativas que en sus fases iniciales pueden confundirse con el párkinson. Sin embargo, evolucionan de manera distinta, alcanzan limitaciones motoras con mayor rapidez y no responden igual a los tratamientos convencionales.

“Es sumamente importante un diagnóstico preciso y precoz de estas enfermedades -entre las que se encuentran la parálisis supranuclear progresiva, la atrofia multisistémica o la degeneración corticobasal-, de manera que podamos aplicar desde el primer momento tratamientos más dirigidos a sus problemas y, sobre todo, evitemos sobremedicar al paciente con fármacos que sabemos que no van a funcionar”, señala la neuróloga Irene Martínez, coordinadora de la Unidad de Párkinson y Trastornos del Movimiento de Ascires Grupo Biomédico.

Diagnóstico avanzado y multidisciplinario

Entre las herramientas utilizadas para un diagnostico preciso se encuentran técnicas de medicina nuclear, como la tomografía por emisión de positrones (PET), que permite detectar las alteraciones del funcionamiento del cerebro asociadas a este tipo de enfermedades y aportar mayor precisión al diagnóstico.

Además del estudio del cerebro, es fundamental considerar que diversas patologías neurológicas caracterizadas por un exceso, pobreza o lentitud de movimientos -como el párkinson, los parkinsonismos atípicos, las distonías focales, el temblor esencial o las enfermedades que cursan con corea-, pueden tener una causa genética. En estos casos, el estudio genómico es imprescindible. “Esta información es fundamental para conocer las razones por las que la persona ha desarrollado la enfermedad, pero también, según el caso, para ofrecer consejo genético a la familia o para planificar la descendencia”, explica la doctora Martínez.

Opciones de tratamiento

Una vez establecido el diagnóstico, es crucial ajustar el tratamiento. Es especialmente relevante para los pacientes tratar el temblor, uno de los signos más característicos de algunas de estas enfermedades. Hoy en día, se cuenta con técnicas innovadoras como el Neuro-HIFU, un procedimiento basado en ultrasonidos, sin cirugía y guiado por resonancia magnética, para eliminar el temblor esencial.

El diagnóstico preciso y precoz de los trastornos del movimiento es crucial para proporcionar el tratamiento adecuado y evitar la sobremedicación. Las técnicas avanzadas de imagen y el estudio genómico son herramientas fundamentales para distinguir entre las diferentes patologías neurológicas que pueden confundirse con el párkinson.


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