24 Abril 2024
Dolor de cabeza: la razón para acudir al médico inmediatamente
La cefalea, término utilizado para describir cualquier tipo de dolor de cabeza, puede ser tanto un síntoma de otra enfermedad (cefalea sintomática o secundaria) como una enfermedad en sí misma (cefalea primaria).
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), hasta un 89% de la población masculina y un 99% de la población femenina afirma haber padecido dolor de cabeza en algún momento de su vida. Las cefaleas primarias son las más comunes, representando más del 90% de los casos.
El doctor Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, señala que "aunque existen más de 200 tipos de cefaleas, la cefalea tensional y la migraña son las más comunes". Estos dos tipos de cefalea, junto con la cefalea en racimos, son responsables de la mayoría de los casos de cefalea crónica.
Cómo afecta la cefalea a la calidad de vida
La cefalea, especialmente la migraña y la cefalea en racimos, puede afectar significativamente la calidad de vida. Según la SEN, el 78% de los pacientes con cefalea en racimos y más del 50% de las personas con migraña experimentan restricciones importantes en su vida diaria.
La migraña, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la segunda causa de discapacidad en el mundo, siendo la primera entre personas de 15 a 49 años.
Factores de riesgo de la cefalea primaria
Existen factores de riesgo modificables que pueden reducir la aparición de crisis de cefalea, como la obesidad, el estrés, la depresión y los trastornos del sueño. Sin embargo, la falta de diagnóstico y la automedicación son dos factores que contribuyen a la cronificación de la cefalea.
El doctor Irimia advierte que "es esencial consultar a un médico cuando el dolor de cabeza interfiere en las actividades diarias". Además, destaca la importancia de identificar correctamente el tipo de cefalea y evitar la automedicación, ya que esta última puede provocar cefalea por abuso de medicación.
“Todo el mundo puede tener un dolor de cabeza puntual, pero cuando este deja de ser esporádico, cuando el dolor interfiere en nuestras actividades diarias, es el momento de acudir al médico”.
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