Una comedia negra clásica con una mirada social crítica

Una comedia negra clásica con una mirada social crítica

“Arsénico (todo queda en familia)” se repone en el Centro Virla con el elenco de Sala Ross. Adaptación propia de una novela de 1902.

TODOS EN POSE. El elenco de “Arsénico (todo queda en familia)” juega con la crítica a las convenciones sociales. TODOS EN POSE. El elenco de “Arsénico (todo queda en familia)” juega con la crítica a las convenciones sociales.

Mortimer es un famoso crítico teatral, que lleva una vida tranquila hasta que descubre una revelación familiar que altera su existencia. A partir de ese momento, nada podrá volver a ser como antes: se verá inmerso en una espiral de secretos inconfesables que desencadenará un interminable desfile de situaciones embarazosas, con muertes incluidas.

Esta es la trama de “Arsénico (todo queda en familia)”, la obra teatral de Grupo Ross que subirá a escena hoy a las 20 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265), con un elenco de 10 actores y actrices del taller que dirigen Viviana Perea y Emanuel Rodríguez.

La creación está basada en la novela escrita en 1902 “Lavanda y encaje antiguo”, de Mirtle Reed, que fue la base del texto teatral (fue realizado en la década del 60 por el Teatro Estable de la Provincia) y de la elogiada película “Arsénico y encaje antiguo”, obra maestra de la comedia negra. “Tomamos como punto de partida la historia de esta familia extraña donde aparecen personajes bastante particulares. En nuestra versión, el crítico de arte vive con sus dos tías y su hermano que cree peligroso, pero la llegada de otro familiar los pone en jaque. Todo se desarrolla entre el tono del policial de humor. La obra surgió el año pasado en un curso de formación actoral avanzado y luego decidimos seguir trabajando en un laboratorio de producción y montaje para sacarla ahora a publico general. Las actrices y los actores no solo fueron rotando roles, sino que también realizaron un trabajo de investigación desde lo cinematográfico y lo dramatúrgico”, explica Perea.

“Nos interesó la posibilidad de poder construir diversos personajes por la gran variedad de roles que pueden desarrollarse a partir de la idea original, nos pareció un gran desafío. La propuesta está llena de sorpresas, de tensión hacia el espectador y entre los propios personajes. Esto resulta un buen impulso para el elenco y procuramos con Emanuel que puedan poner en práctica la técnica actoral y, desde ella, iniciar su propia búsqueda”, agregó.

Los antecedentes artísticos de “Arsénico” fueron utilizados como disparadores en cuanto a imágenes y a propuestas vinculadas al ritmo escénico. “Emanuel hizo una lectura inicial y a partir de allí presentó su propia propuesta a través de imágenes, situaciones, contextos y demás, que luego trajo a los intérpretes. Hoy vemos huellas de aquella novela en una propuesta en donde la actualidad se hace presente y la dramaturgia del actor ha traído nuevas posibilidades. Fue fundamental trabajar desde la fragmentación para que en esos ‘huecos’ los protagonistas hagan su propia construcción. Recuperar textos clásicos siempre es un gran desafío, sobre todo por la posibilidad de reversionarlos y dar una nueva lectura contextualizadas a las historias creadas”, describe.

Fragmentado

Uno de los actores es Gerónimo Mohedano, quien remarca que en “‘Arsénico (todo queda en familia) hubo un proceso muy interesante en un taller semestral en el que no tuvimos el texto original desde un principio, sino que íbamos recibiendo y leyendo las escenas de manera fragmentada, lo que nos impulsó a crear nuestros personajes sin saber cuál sería el final que les aguardaba, teniendo así un proceso que se sentía mucho más natural”.

“En la muestra, originalmente, éramos el doble de integrantes del elenco; entonces teníamos dos elencos. Cuando se decidió retomar con esta obra este año, el número se redujo, dándonos así la oportunidad de crear un solo elenco mezclando los dos anteriores. En esta fusión, pasó que algunos cedieron su papel para interpretar a otro. Al principio surgió como una necesidad para poder realizar los ensayos, y al terminar la primera pasada nos habíamos divertido tanto que se decidió realizar el cambio. El humor de la obra se siente tan natural y espontáneo porque nació del juego y el disfrute genuino”, sostiene.

Emanuel Rodríguez reivindica que en la puesta se toquen “temas tabú como la muerte abordado de una manera humorística; es una comedia clásica traída a nuestros tiempos de una manera muy peculiar y en la cual los personajes se burlan de las normas morales establecidas socialmente con cada una de sus accionas y eso está completamente justificado por su filosofía de vida, completamente contraria a la establecida en un orden común”.

“Están todos los personajes tan centrados en sus objetivos personales que pierden noción de lo que hacen, dejando de lado cualquier peso de conciencia. El objetivo es criticar a la sociedad, las costumbres y las tradiciones”, plantea el codirector.

Y cierra Perea, como la docente principal del taller: “desde hace más de 17 años damos clases en la Sala Ross sobre técnicas actorales, reflexiones teóricas y cuestiones vinculadas a la gestión y producción, por lo que en los últimos años hemos decidido abrir el juego con la posibilidad de contactarse con el público; también en muchas ocasiones hemos decidido salir del espacio que ellos conocen y llevar nuestras propuestas a salas más grandes o espacios alternativos, lo que es un gran desafío para todos. En cada una de estas experiencias hemos detectado un gran avance de los alumnos”.

Equipo creativo

- Actúan en “Arsénico” Natu Schony, Lara Morales, Pablo López Sardi, Nicasio Salas Oroño, Gerónimo Mohedano, Cande Pagniez, Valentina Arroyo, Francisco Quiroga, Florencia Melano y Agustina Cardozo.

- Dirección a cargo de Emanuel Rodríguez y Viviana Perea.

- Asistencia técnica de Cristian Daniel, y producción de Lucas Rodríguez.

- Función a las 20 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).

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