Empiezan a descargar 200 toneladas de víveres en Gaza

Empiezan a descargar 200 toneladas de víveres en Gaza

El barco de la ONG española Open Arms cargado con ayuda para el enclave palestino había zarpado el martes de un puerto en Chipre. Riesgo de hambruna en la zona norte.

NECESIDADES. Aún con la ayuda que llega, no se llega a cubrir las necesidades de una población en crisis. NECESIDADES. Aún con la ayuda que llega, no se llega a cubrir las necesidades de una población en crisis.
16 Marzo 2024

FRANJA DE GAZA.- El primer barco cargado con ayuda llegó el viernes a las costas de Gaza y comenzó a descargar las 200 toneladas de alimentos que aguardan cientos de miles de gazatíes amenazados de hambruna tras más de cinco meses de guerra entre Israel y Hamas.

El buque de la ONG española Open Arms zarpó el martes del puerto chipriota de Lárnaca remolcando una barcaza de otra ONG, World Central Kitchen (WCK), del chef español José Andrés.

Llegó ayer al territorio palestino tras días de travesía por un corredor marítimo abierto por iniciativa de la Unión Europea con el respaldo de otros países.

Una portavoz de WCK, Linda Roth, informó a la AFP de que la embarcación “está conectada al embarcadero provisional” construido al suroeste de la ciudad de Gaza y comenzó a descargar los víveres.

La ONU advierte del riesgo de hambruna en Gaza, especialmente en el norte, de difícil acceso y donde viven actualmente unas 300.000 personas.

También prosiguió la negociación de un cese en las hostilidades. Hamas, que exigía un alto el fuego definitivo con Israel, propuso una tregua de seis semanas y un canje de entre 20 y 50 presos palestinos por cada uno de 42 rehenes israelíes.

Es una cifra considerablemente inferior a su propuesta anterior, de aproximadamente un rehén por 100 presos palestinos, mencionada por una fuente de Hamás a finales de febrero.

Aun así, los países mediadores siguen trabajando “con ahínco para salvar la brecha” que persiste y obtener un acuerdo, precisó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, desde Viena.

Disparos

El movimiento islamista, que gobierna Gaza desde 2007, acusó al ejército israelí de haber disparado desde tanques y helicópteros a personas que esperaban una distribución de harina en una plaza de la ciudad de Gaza. Estos disparos dejaron al menos 20 muertos y 155 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. El ejército israelí dijo que fueron “palestinos armados” los que abrieron fuego contra la multitud.

Ayuda por mar y aire

Ante la amenaza de hambruna, numerosos países intentan llevar ayuda humanitaria por tierra, mar y aire a este territorio donde continúan los combates tras fracasar el intento de cerrar una tregua antes del Ramadán.

Israel enviará una delegación a Catar para negociar un posible canje de presos palestinos por rehenes, anunció la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, después de que Hamás propusiera una tregua de seis semanas en Gaza.

En un primer cese el fuego en noviembre, decenas de rehenes capturados por Hamas en Israel y retenidos en Gaza fueron liberados a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.

Si se da una nueva tregua, el grupo islamista exige también la “retirada del ejército de todas las ciudades y zonas habitadas”, el “regreso de los desplazados sin restricciones” y la entrada de al menos 500 camiones de ayuda humanitaria por día, según señaló un representante de Hamas a la AFP.

La ayuda por vía terrestre llega principalmente desde Egipto, por el puesto fronterizo de Rafah, en el extremo sur de Gaza, pero es insuficiente frente a la grave escasez que sufren los 2,4 millones de gazatíes.

El “Open Arms” zarpó con el equivalente a 300.000 comidas preparadas por WCK.

La presidenta de WCK, Erin Gore, anunció que preparan un segundo buque con “cientos de toneladas” de víveres.

En el norte de Gaza, Mojles al Masry, un desplazado de 27 años, pasó horas mirando al cielo esperando, sin suerte, la caída de ayuda.

“No hay comida para alimentar a nuestros hijos. Ni siquiera encontramos leche infantil. Llevamos dando vueltas desde primera hora de la mañana, esperando que un avión deje caer un paracaídas”, relató.

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