Ganancias: quiénes pagarían si se da marcha atrás con la última modificación de la ley

Ganancias: quiénes pagarían si se da marcha atrás con la última modificación de la ley

Milei busca revertir el cambio votado por el kirchnerismo y también por él mismo. Se redujeron los recursos del Estado y con fuerte impacto en las provincias.

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13 Diciembre 2023

El vocero presidencial, Manuel Adorni, indicó que el Gobierno de Javier Milei tiene en sus planes dar marcha atrás con la última reforma del impuesto a las Ganancias, propuesta por el entonces ministro de Economía Sergio Massa y aprobada en septiembre por la mayoría del Congreso, incluso por el propio líder de La Liberta Avanza (LLA). Claro que, para esto, debería lograr la aprobación de una nueva ley.  

Los cambios que se dieron en este impuesto tendieron a una mejora significativa para el bolsillo de los asalariados de ingresos medios y altos, pero a la vez redujeron los recursos del Estado que impactan principalmente en las cuentas de las provincias, ya que se trata de un tributo coparticipable. Aquí descansa la probabilidad de que la futura norma de Milei sea avalada por los legisladores de las provincias.

La última reforma aprobada a fines de septiembre entraría en vigencia a partir de enero de 2024. En esta normativa se prevé continuar con un piso de ingresos, para que un dependiente o un jubilado quede alcanzado por Ganancias, y que sea equivalente al salario mínimo, vital y móvil pero multiplicado por 15. Al valor actual se trata de una remuneración bruta mensual de $2.340.000.

Es decir, mientras que hoy tienen descuento por Ganancias, los empleados con salarios brutos superiores a $1.980.000 (el equivalente al salario mínimo de octubre multiplicado por 15), a partir de lo cobrado el mes próximo y según la letra de la ley 27.725, ese monto sería de $2.340.000.  

Qué pasa si de revierten estos cambios en Ganancias

Si se revirtiera esa reforma y se volviera al régimen previo, habría una actualización de la base salarial para comenzar a tributar, según un mecanismo que se puso en vigencia en 2018. En ese caso, el salario más bajo a partir del cual se pagaría el tributo sería de aproximadamente $974.476 (en lugar de los $2.340.000). Siempre dependiendo, claro, de cómo quede la letra chica de una eventual nueva medida, luego de que en la última gestión se complejizó el cálculo del impuesto.

La cifra mencionada es el resultado de actualizar la que estaba vigente en el inicio de 2023, aumentándola en el mismo porcentaje de la variación que tuvo entre los últimos meses de octubre la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que es el parámetro fijado por ley para el reajuste anual de todas las variables que definen el tributo. Con esa modalidad, de hecho, se actualizó el valor del salario más bajo sujeto al tributo en el comienzo de este año.

La marcha atrás llevaría, de esa manera, a una caída de los ingresos netos de personas que se habían visto beneficiadas en estos meses con los últimos cambios.

Ganancias, el impuesto inmundo

Luego de asumir como presidente, Milei pedirá eliminarla para reinstaurar un tributo que había calificado como inmundo. "El Estado es una organización criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos llamada impuestos y, por lo tanto, los impuestos son un robo. Cualquier iniciativa que conste en bajar impuestos, yo voy a estar de acuerdo", expresó el líder de LLA en aquella sesión del pasado 19 de septiembre, donde su apoyo fue contundente.

Con sus votos, la izquierda y otros bloque minoritarios, Unión por la Patria (UxP) había logrado darle media sanción en la Cámara baja al proyecto de reforma de Ganancias, cuya iniciativa eliminó la cuarta categoría del gravamen.

"Los impuestos son una rémora de la esclavitud. De hecho, la esclavitud no es ni más ni menos que cien por ciento de impuestos. Por lo tanto, bajar impuestos es devolverle libertad a los ciudadanos", expresó Milei en su discurso y agregó que "en cuanto a la naturaleza de lo que es el Impuesto a las Ganancias, me parece un impuesto aberrante por dos motivos. Por un lado, lo que implica el Impuesto a las Ganancias a las firmas, porque lo que termina haciendo es no solo no permitir la asignación de recursos eficientemente sino que además penaliza la acumulación de capital que se termina manifestando en menos puestos de trabajo, menos productividad y menores salarios".

En la misma línea, en los seis minutos que tomó la palabra opinaba que "como si todo esto fuera poco, nos encontramos frente al delirio descomunal de tratar al salario como ganancia. Este impuesto es inmundo y tiene que ser eliminado".

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