Se espera más emisión, con el dólar contenido hasta el balotaje y un diciembre “complicado”

Se espera más emisión, con el dólar contenido hasta el balotaje y un diciembre “complicado”

El incremento del gasto público dio buenos resultados al oficialismo y, por eso, es probable que esa política sea mantenida hasta la segunda vuelta, según tres economistas consultados. Pero Cerro, Iajya y Bercoff observaron anoche que los efectos inflacionarios de aquella medida se sentirán antes del final del año, y que los deterioros existentes y proyectados vaticinan un cierre complicado para este 2023.

Se espera más emisión, con el dólar contenido hasta el balotaje y un diciembre “complicado”

Cambió el tablero político porque repuntó Sergio Massa, ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria; se estancó Javier Milei (La Libertad Avanza) y cayó derrotada Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), pero tales movimientos anticipan que la economía mantendrá el perfil de las semanas y días previos a este domingo. Ni Ana María Cerro ni Víctor Iajya ni José Bercoff, tres economistas consultados anoche, imaginan giros bruscos como los verificados el lunes 14 de noviembre, cuando Massa “madrugó” a los mercados con una devaluación del dólar oficial (la cotización para la venta pasó de $ 298,5 a $ 365) que de inmediato impactó en el paralelo y dejó al país sin precios de referencia. Cerro, Iajya y Bercoff esperan una continuidad del statu quo consistente en más emisión o gasto público con contención a ultranza del dólar. Después del balotaje llegará el sinceramiento. Los economistas vislumbran un diciembre “complicado” para el electorado y para quienes tomen las riendas de la Casa Rosada.

Las perspectivas se asientan sobre la base de que a Massa le dio buenos resultados su estrategia de bajar el impuesto a las Ganancias; otorgar créditos a monotributistas; devolver el impuesto al valor agregado (IVA); otorgar bonos a trabajadores y transferir fondos a los gobiernos provinciales aliados y, en las jornadas previas a este domingo, perseguir a las casas de cambio que se atrevían a publicitar en las pizarras un dólar “blue” superior a $ 1.000. Por el contrario, el discurso de Milei favorable al abandono de los plazos fijos en pesos, a la corrida cambiaria y al ajuste en términos generales no le reportó réditos electorales en comparación con los resultados de las primarias. Si se toman en cuenta los números se entiende mejor cómo rindieron los discursos y, en el caso de Massa, las acciones. Mientras que el ministro de Economía del Gobierno de Alberto Fernández sumó al menos 4,5 millones de votos entre agosto y ayer, el libertario Milei consiguió 744.000 más. Para Massa no hay incentivos en modificar el rumbo, aunque la inflación y el empobrecimiento se aceleren de un modo inquietante.

“Si una analiza fríamente los resultados, encuentra que hubo un voto racional por parte de la gente. Massa fue muy hábil ya sea políticamente, al dividir a la oposición, y desde el ángulo económico, con el llamado plan ‘platita’, con la devolución de IVA, con la reducción de Ganancias y con la inyección de dinero en la economía. Ello surtió efectos en la cantidad de gente que depende del Estado directa o indirectamente. El temor a perder las prerrogativas prevaleció”, acotó Cerro, doctora en Economía y profesora titular de Econometría de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán (FACE-UNT). E interrogó: “si a Massa le dio resultado poner dinero en la calle, entonces, ¿por qué no seguir haciéndolo?”.

Como el Estado no tiene dinero y su capacidad para contraer deuda es limitada, entonces, deberá recurrir a una mayor emisión de pesos. La académica advirtió que la población no había sentido aún el impacto de la masa de fondos públicos aportados entre las primarias y las generales, que supone precios todavía más altos, y la restricción intensa aplicada sobre las importaciones para sostener el tipo de cambio, lo que implica una desaceleración del crecimiento. “Esto posiblemente se perciba después del balotaje (programado para el 19 de noviembre)”, apuntó.

La académica e investigadora refirió que en el presente se debían alrededor de USD 20.000 millones en importaciones, aún con los torniquetes practicados por el Palacio de Hacienda: “esto tendrá consecuencias. El impulso de la emisión monetaria, que se siente en los precios, también se traslada al dólar, pero, en virtud de lo ocurrido este domingo, Massa hará lo imposible por mantener el precio del oficial y generará tipos de cambios especiales, que son devaluaciones encubiertas”. Cerro señala como novedoso el surgimiento del “blue del blue”, esa cotización libre que no se divulga públicamente por temor a las clausuras y causas penales: “Massa logró contener a garrotazos el ‘blue’, por lo menos su publicación. Así nació el ‘blue del blue’: algo inédito. Pero el precio terminará por salir a la luz: no se puede impedir que haya una oferta y una demanda”.

“Platita” recargada

A Bercoff, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la FACE-UNT, le parece que 2023 acabará con precios sin techo. “Lo que se viene de aquí hasta el próximo mes es más de lo mismo. Veremos un plan ‘platita’ recargado, que lo que va a implicar es un piso de inflación ultra alto a partir de diciembre. Ahora Massa va a hacer todo lo posible para no devaluar el dólar oficial. Pero la emisión tiene patas cortas: no descartaría una inflación del 20% en diciembre, gane Massa o Milei. Es inmanejable lo que está sucediendo: hoy sale más caro un litro de agua mineral que un litro de nafta”, comparó. Bercoff dijo que era improbable que este lunes o esta semana haya “un caos”: “no habrá una corrida monstruosa contra el peso. Para lograrlo, Massa va a echar mano de cuanta caja ande dando vueltas por ahí. Será muy complicado el panorama a mediano plazo: es indefectible el ajuste. El medio plazo argentino es un mes y medio”.

El profesor consideró que Bullrich era la única postulante que tenía un plan económico preparado con un equipo grande de profesionales compenetrados en cada aspecto del problema y lamentó que se haya quedado afuera de la segunda vuelta. “Tanto por el lado de Massa como por el de Milei no aparece nada serio. El candidato de La Libertad Avanza creía que él era quien iba a sacar el 36 o 37% de los sufragios. El discurso de la dolarización por la dolarización ya no va más: tendrá que hacer algo más sensato y pragmático, por ejemplo, decir cómo va a hacer lo que tiene que hacer y con quién”, analizó Bercoff.

La apuesta de campaña de Massa por “el votante mediano”, más que por el de recursos bajos, es clave para interpretar las líneas de la economía de las próximas cuatro semanas, según Iajya. El profesor de Economía en la FACE-UNT, investigador y asesor de empresas, considera que la búsqueda del sufragio de, por ejemplo, los monotributistas, llevará al ministro de Economía a tratar de mostrarse como un “moderado”, que cuida lo conseguido: “cuanto menos se pelee con nadie, más chances tiene de levantar los votos de los presidenciables que quedaron eliminados”. Iajya reflexionó este domingo que, entre el temor a que la inflación se coma los ingresos y el temor a perder los ingresos que representa el ajuste, se había impuesto “el mal menor”.

“El populismo es una trampa que termina dejando sin opciones. ¿Hasta dónde podés elegir si estás metido en un entorno de necesidad del que no es posible escapar? Cuando el Estado se convierte en el salvador, no hay salvación fuera de él”, meditó Iajya. Y, como ya había indicado durante la noche de las primarias, reiteró que las oscilaciones argentinas resultaban “muy costosas” tarde o temprano. “Ahora resulta que no solamente no tenemos decidido qué tipo de país queremos, sino que, además, en el plazo de dos meses pasamos de una opción extrema a otra”, agregó.

Incertidumbre

Las elecciones deparan indefinición e incertidumbre, y un escenario cada vez más cortoplacista. “La duda permanente es la inestabilidad permanente. Se vive en un lugar inestable, que genera dudas que retroalimentan la inestabilidad”, subrayó Iajya. Y apuntó que lo que le convenía al Gobierno para ganar en el balotaje iba a ser lo que, conseguido ese objetivo, le generaría dificultades para ejercer el poder. “Estamos en una instancia de supervivencia pura”, opinó.

Bercoff comentó que, si se contaba el gasto público, Massa había hecho “la campaña más cara del mundo”: “como corolario tenemos un dólar paralelo a $ 1.000 o $ 1.100, que es una megalocura, pero quedará estable. Y, por delante, un diciembre muy delicado y sin dólares para importar insumos médicos básicos”.

La situación es frágil por el lado del endeudamiento y de la cuestión social. Cerro recordó que devalúa quien puede, no quien quiere: “Massa aguantará hasta el final, pero lo que se viene es inigualable: un 42% de pobreza y una deuda de 400.000 millones de dólares. La situación que tendrá que enfrentar quien asuma es extremadamente complicada desde el punto de vista social, económico, cambiario y fiscal. Habrá que ver qué deja Massa para el próximo gobierno”.

EXPECTATIVAS

1) Postergación de la devaluación

Sergio Massa (Unión por la Patria) intentará sostener el esquema económico que le permitió salir primero en los comicios generales de ayer. Eso implicaría cuidar el statu quo asentado sobre la emisión monetaria y la contención del dólar. A diferencia de las primarias, el ministro de Economía y candidato a presidente carece de incentivos para devaluar.  

2) Avanza la inflación

La suba del gasto público verificada entre las primarias y las elecciones generales aún no pasó factura, pero se calcula que su impacto en el deterioro del poder adquisitivo de los salarios es inevitable. A ello habrá que añadir el efecto de los fondos que el Gobierno inyecte para fortalecer su performance en el balotaje.

3) Un fin de año complejo

El ajuste puede desatarse en el último mes de 2023, cuando acaezcan el cambio de mando y la celebración de los 40 años de la democracia. Diciembre vuelve a presentarse como un momento complejo para la Argentina. El próximo gobierno se encontrará con las demandas de pago del Fondo Monetario Internacional y a las puertas de una hiperinflación.

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