En el Gran Tucumán-Tafí Viejo hay 58.000 pobres más que en 2022

En el Gran Tucumán-Tafí Viejo hay 58.000 pobres más que en 2022

El incremento de este flagelo social responde al alza que ha experimentado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre enero y junio pasado.

ARCHIVO LA GACETA ARCHIVO LA GACETA LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en el aglomerado urbano del Gran Tucumán-Tafí Viejo, la pobreza afectó al 41,2% de la población durante el primer semestre del año, un incremento de seis puntos porcentuales respecto de 2022. La cantidad de pobres existentes en el distrito subió en 58.000 casos de un año a otro, totalizando ahora los 377.678 habitantes, señala el informe oficial. 

El incremento de este flagelo social responde al alza que ha experimentado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre enero y junio pasado, particularmente en los valores de los principales productos de la canasta alimentaria. Por esa razón, la tasa de indigencia se incrementó del 5,8% al 7,8% en la comparación interanual. Al cierre de la primera mitad de este 2023, la indigencia afectaba a 80.000 personas, casi 27.000 más que en igual período de 2022.

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Al cierre del primer semestre, la Canasta Básica Total (CBT) era de $ 198.773 para una familia tipo, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) ascendió a $ 96.492 mensuales para un matrimonio con dos hijos pequeños. La inflación se aceleró a partir de agosto con la devaluación brusca de un 22% en el tipo de cambio oficial, que expuso a miles de argentinos nuevamente a caer bajo la línea de pobreza, debido a la pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos.

A nivel nacional, el índice de pobreza se ubicó en 40,1% al cierre del primer semestre. En tanto, el nivel de indigencia se ubicó en 9,3%. Hay más de 18,4 millones de personas en situación de pobreza y 4,3 millones de personas en situación de indigencia extrapolando los datos de los 31 aglomerados medidos  a la población general. “El resultado es más o menos lo que esperaba a partir de los datos de los últimos días de mercado laboral y distribución del ingreso: una suba pequeña en pobreza (de 39,2% a 40,1%) respecto del semestre pasado, pero bastante más pronunciada respecto a un año atrás (de 36,5% a 40,1%). Respecto del semestre anterior, el aumento en la indigencia fue algo mayor (de 8,2% a 9,3%)”, expuso a LA GACETA Leonardo Tornarelli, economista e investigador del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) .

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Ambos resultados se explican principalmente por la pérdida de poder adquisitivo que supone la elevada inflación. “De cualquier modo -puntualiza el experto en Pobreza y Desigualdad-, la suba fue pequeña, y refleja la situación promedio de enero a junio. No están capturados en estos resultados los efectos de la elevada inflación del tercer trimestre, en particular a partir de la devaluación post-PASO”. De esa manera, explica, a fines de diciembre podrá conocerse ese efecto. “Mi impresión es que la tasa de pobreza para abril-septiembre va a ser al menos un par de puntos más elevada que la que conocimos ahora, situándose en valores similares a los más altos que tuvimos durante la pandemia de la Covid-19”, acotó Tornarolli.

En general se considera que los planes sociales contribuyen a reducir las tasas de pobreza y más de indigencia. Sin embargo, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) indica que el efecto es el contrario por dos cuestiones: “la primera es que no se vive del asistencialismo, y la segunda es que la aparición de nuevos planes sociales, o los aumentos de los ya existentes, generan más inflación si son financiados con emisión monetaria.

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