Una ilusión óptica es creer mediante el sentido de la vista realidades que no son verdaderas. La ilusión se forma por cuestiones fisiológicas mediante los efectos de la estimulación en los ojos, el cerebro y nuestro sistema cognitivo. Desde allí que nuestro conocimiento del mundo sea ambiguo, distorsionado, paradójico y ficticio.
El "punto de vista" es inevitable y representa una limitación natural de nuestro sentido visual. Lo que vemos no tiene ni la forma, ni el color, ni la dimensión que creemos sino que sólo es nuestra perspectiva y nada más. A pesar de que afirmamos conocer en realidad vivimos a tientas.
Hace poco he tenido la oportunidad de compartir una acalorada conversación que me ha llevado a reflexionar la cuestión de los engaños de nuestra visión.
Unas personas habían expresado que las razas de seres humanos existen en la naturaleza y que no hace falta que las categoricemos nosotros sino que están allí patentes, claras y naturales. Sus expresiones eran seguras y convincientes. Pero no del todo.
Carezco de conocimientos antropológicos y por no tenerlos me han asaltado las siguientes preguntas:
¿Cuándo un ser humano es parte de una raza y cuándo de otra?
¿A partir de qué rasgo, gen, gama de color se está incluído en una o en otra?
¿Cuándo empieza y dónde está el límite entre una y la otra?
¿A partir de cuándo se es Blanco, Hispánico, Africano, Caribeño, Indio, Pakistaní, Bangalí, Chino, Asiático, Árabe, Egipcio, Magreb u otros?
¿Es por el lugar donde se nace? ¿Es por el tipo o número de pasaporte?
Y la pregunta fundamental: ¿Para qué la distinción?
Toda clasificación tiene que ser necesariamente útil. Es decir tiene que servir para algo sino no, carece de sentido. La cuestión no es cómo distinguir sino para qué hacerlo.
Creo, y no estoy solo, que el concepto es pseudocientífico. Pero además entiendo que es una cuestión ideológica que lamentablemente no ha quedado en la idea sino que ha generado grandes conflictos y males a la humanidad.
Las razas no existen, ni biológicamente ni científicamente. Los hombres por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético. Las variciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes. Si de “razas” se tratara, hay una sola “raza”: la humana.
José Marín González, Doctor en Antropología de la Universidad La Sorbonne de París
Pero eso no es todo. Hay fanáticos de los colores. Pero la palabra color es muy vaga físicamente y lo que distingue una sensación de color es la longitud de onda de la radiación luminosa que impresiona la vista. Si bien podríamos disitinguir entre seres humanos que emiten diferentes longitudes de onda, esto nos llevaría a reconocer una raza en cada uno de los seres humanos del mundo ya que todos reflejan o transmiten radiaciones diferentes. El color de los seres humanos no es una propiedad intrínseca sino que está relacionado con la luz recibida y transmitida. Por eso que quienes creen que hay razas tienen onda corta...
¡Cuántos conflictos se evitarían si todos creyéramos profundamente en estas ideas además de sólo conocerlas!
Deseo con gran esperanza que los conocimientos científicos que existen en estas áreas sean conocidos y divulgados a toda la humanidad para poder enriquecer nuestra visión, tomar distancia crítica de lo que vemos y lograr salir de las ilusiones ópticas que nos producen los colores, las luces y las sombras de lo que llamamos realidad...
¡Hasta la próxima!