Resumen: La esquizofrenia como herramienta de mediación. Divide y reinarás. Cuando es mejor separar. Video.
Muy queridos lectores, por favor, recuerden alguna vez que hayan tenido (o tengan) algún problema con alguien y contesten con sinceridad:
¿Tienden a confundir a la persona con su actitud?
¿Relacionan a la persona con el conflicto?
¿Confunden el ser con el estar?
Si esto es así, la única solución posible a su problema es que la persona o Ud. se vayan a vivir a otro lugar y asunto terminado. Y seamos sinceros, muchas veces nuestros pensamientos no son tan benignos y nos traen otras ideas más creativas además de pasajes.
¿Es posible pensar de manera diferente? ¿Se puede distinguir entre acción y persona? ¿Actitud y persona? ¿Error y persona?. Veamos.
La esquizofrenia viene del griego clásico σχίζειν schizein que significa: dividir, escindir, hendir, romper y del griego φρήν phrēn que significa: entendimiento, razón y mente. Es un término que ha sido utilizado en psicología o psiquiatría para significar una mutación en el funcionamiento psíquico del individuo o una desorganización neuropsicológica.
En esta oportunidad veremos como el concepto puede sernos útil para la solución de conflictos y cómo podría adquirir en mediación un significado diferente.
Para poder abordar sana y efectivamente una situación es necesario separar a las personas del problema. Esto significa aislar los hechos, los dichos, la relación como algo diferente de las personas implicadas. Esta idea tiene notables consecuencias prácticas.
Es distinto manifestar: “me insultas” a “está situación es insultante”; “me molestas” a “este conflicto me molesta”; “eres violento” a “vivo una situación de violencia”. Nuestros modos de pensar generan narrativas y nuestras palabras son co-creadoras de realidad. Es por eso que referirnos al conflicto como un tercero autónomo nos libera y nos anima a sentirnos hábiles y en pie de igualdad para gestionar la situación y salir de ella. Como un cirujano que, para operar, necesita que el cuerpo no le pertenezca.
Cuando logramos, ezquizofrenia mediante, observar al conflicto como distinto de las personas nos permitímos darle un tratamiento objetivo, colaborativo y transformativo. Tal habilidad, facilita la crítica y la dureza en su tratamiento dejando a salvo a los partícipes y satisface nuestra tendencia de buscar culpables sin afectar a las personas.
Este es uno de los pocos casos en que para que reine la Paz es necesario dividir y escindir. En efecto, es imperioso romper la falaz relación que nuestro entendimiento y nuestra mente han creado entre lo que la persona ha hecho y lo que es.
Veamos un ejemplo:
Hagamos de cuenta que alguien les miente hoy, mañana y pasado. Es muy probable que digan: "Es un mentiroso"
Ahora hagamos de cuenta que Ud. miente hoy, mañana y pasado. ¿Se consideraría Ud. un mentiroso? ¿Cuántas mentiras tiene que decir Ud. para dar ese inexplicable salto dialéctico? ¿Cuán amplia es la brecha que existe entre las mentiras y la cualidad “mentiroso”? ¿De qué depende?
Separar las persona del problema y de la actitud es justamente esto: Tener la capacidad de distinguir entre las distintas actitudes que generan un conflicto y las personas implicadas, sin caer en perjudiciales falacias.
El ejercicio puede resultar algo extraño al principio sin embargo con el tiempo Uds. advertirán lo efectivo que resulta para la comunicación eficaz. Sólo hace falta lograr valientemente el estado esquizoide. Y verá como obtendrá respuestas de los demás, pues nadie puede defenderse de lo que no es un ataque.
No haga como este mediador:
Tarea:
Intenten separar a las personas del problema y detecten cuál es, específicamente, la actitud que le provoca la irritación o indignación; pónganle nombre (desprecio, ira, violencia, etc.) y luego exprese la cuestión a la persona que corresponda echando toda la culpa a la actitud y liberando a la persona.
Muchos conocemos esta idea pero no la aplicamos.¡Actuemos como pensamos o sino vamos a terminar pensando como actuamos!
Disfruten de los beneficios de la esquizofrenia mediante...
¡Hasta la próxima!
