Un grupo de tucumanos ayuda a un comedor infantil desde el exterior

Un grupo de tucumanos ayuda a un comedor infantil desde el exterior

Frente a la mejora del país la organización pierde socios. Una lectora busca a la familia de su bisabuelo y una tucumana en Bilbao cuenta cómo viven allí la Navidad.

27 Diciembre 2005
Los tucumanos unidos para colaborar
"Por favor, traten de sacar un artículo sobre la asociación diezeruros.org (www.diezeuros.org) para todos los tucumanos que viven en el exterior, así colaboren con un pequeña donación mensual. Esta organización envía alimentos, entre otros, a un comedor de Tucumán, comedor Nazareth, situado en la Iglesia que esta en avenida América casi llegando a Belgrano (no me acuerdo el nombre ahora). Pueden visitar la web e inclusive ver los artículos publicados con anterioridad por el diario Clarín y otros. El problema es que desde que la situación mejoró en Argentina, los socios bajaron a la mitad (ahora sólo somos 196) y cada vez el dinero alcanza para menos por la inflación y los pobres chicos necesitan seguir comiendo. Los sigo todos los días desde España! Muchas gracias, saludos".
Pablo Vidal (Madrid - España)
[email protected]


Busco a familiares de mi bisabuelo, Andrés Patroni
"Deseo contactarme con familiares de mi bisabuelo que hace 50 años se fue a vivir a esa provincia y no lo conocí. El se llamaba Andrés Patroni, de General La Madrid, provincia. de Bs. As, y estaba casado con María Barrail.
Mi abuelo se llama Carlos Andrés Patroni y tiene 67 años. Si su padre viviera tendría más de 90 años. Soy de Olavarría y me gustaría conocer la nueva familia que formó, que también es mi familia. Gracias por publicar mi pedido".
Luciana Evangelina Patroni (Olavarría - Buenos Aires - Argentina)
[email protected]


Cómo celebran la Navidad en Bilbao
"Tengo ganas de abrir la sección de Tucumanos por el mundo, y observar poco a poco que todos los que leemos y escribimos queremos cuidar este espacio.
Sobrevolemos los análisis superficiales de ni más ni menos Historias de Vida (como una carta que leí "Encontré tres grupos de emigrantes", 14/12/05, entre otras) y tratemos de aportar, de crecer.
Al fin de cuentas, estas cartas son un reflejo de lo que somos y sentimos, pero sobre todo más lo refleja el cómo lo hagamos.
Para los que ya estamos un poco cansados de leer cartas carentes de abrazos entre líneas, les propongo que contemos cómo se celebran las Fiestas en los lugares donde vivimos...
Aquí en Bilbao la Navidad se respira desde fines de Noviembre (con el olor a castañas asadas!), se vende lotería desde esas fechas y las luces de la ciudad también se colocan con bastante antelación. Es el espíritu comercial el que quiere envolver las publicidades y los negocios...! (¿suena familiar?)
Me acuerdo hace dos años en una tienda de Bilbao vi un pesebre que costaba 700 euros! ni más ni menos, pensaba, lo mismo que un pasaje a la Argentina.
La gente se reúne con sus familias, pocos van a misa, antes no solían salir después de 12 (dicen algunos), ahora lo hacen cada vez más. Lo que se extraña es la pirotecnia, pobre y muy regulada su venta (por los accidentes y quemaduras, claro está)
Olentzero, la figura tradicional del País Vasco, es un personaje precristiano de la mitología vasca, un particular Papá Noel en forma de ingenioso y bonachón carbonero, de los que hacían carbón de madera en el bosque durante todo el año, con una descomunal afición gastronómica. Vestido con una boina y un saco.
El grueso Olentzero fuma en pipa y canta su canción predilecta en idioma vasco (Horra, horra, gure Olentzero http://www.pnte.cfnavarra.es/erreniegaip/Olentzero.htm).
Habiéndose enterado del nacimiento de Jesús, bajó desde el monte al pueblo cargado de regalos para comunicar la buena noticia. Conviven Papá Noel y este personaje: "Acabadas las fiestas navideñas, a la salida del pueblo coincidieron las tres comitivas. La de los Reyes Magos, traía camellos y pajes. Papá Noel disponía de un trineo tirado por renos. Olentzero, acompañado en su carro de bueyes por algunos "laguntzaile" (ayudantes), también parecía cansado de trabajar, pero feliz por haber repartido todos los regalos".
En el 31 de Diciembre o "Nochevieja" junto a las 12 campanadas tenés que comer las doce uvas (mejor sin semillas), cena, brindis, la gente sale a la calle, hay fiestas en los bares.
Hasta aquí salvando la distancia como siempre digo, todo es similar, eso si, la Gran diferencia está en ¡la temperatura!
Y estos días, díganme, no sólo pesa la distancia, el tiempo hace lo suyo. A nuestras 12 de la noche, mi familia llama (sus 8 de la noche) y me saludan mientras van preparando la cena.
A mis cuatro de la mañana todos a correr al teléfono y después de varios intentos (las líneas congestionadas!!) puedo saludarlos con todo el amor del mundo, un año más juntos...
Duro, no? Pero a veces pienso en mis abuelos que en su día partieron a la Argentina, en barco, cuando las cartas, si te llegaban lo hacían cada seis meses, sin internet, ni tarjetas telefónicas, ni mensajes a celulares, ni videoconferencia, parece un comercial, pero es la verdad, la tecnología ha brindado la posibilidad de acercar los 12.000 kilómetros.
Digo, "ha brindado", porque seamos sinceros en Tucumán, en Bilbao, en Berlín, en México, en nuestra casa, en una cama, en una mesa, en donde estemos, las distancias verdaderas, las relativas, la de la relaciones humanas, las hacemos nosotros. Estemos donde estemos. Les mando un abrazo muy cálido, esperando sus relatos. Zorionak eta urte berri on!, Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo!"
Lucía Elorriaga (Bilbao - España)
[email protected]






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