Tras los desastres, Escaba empieza a resurgir

Tras los desastres, Escaba empieza a resurgir

A poco más de seis meses del desborde del dique, el club de pescadores y Flora y Fauna de la Provincia sembraron más de 1,2 millón de alevinos.

EN PLENA TAREA. Fernando Quintana (con la bolsa) carga un bote del club para sembrar los alevinos de pejerreyes en el dique Escaba. Fotos gentileza Héctor Gallo. EN PLENA TAREA. Fernando Quintana (con la bolsa) carga un bote del club para sembrar los alevinos de pejerreyes en el dique Escaba. Fotos gentileza Héctor Gallo.

Pareciera que 2015 será el año del resurgimiento del dique Escaba. Ese paraíso ubicado a 25 kilómetros de Alberdi pretende recuperar el brillo de décadas anteriores. Y justo algunos meses después de haber quedado al borde del colapso.

El club Náutico Embalse Escaba decidió no quedarse de brazos cruzados. Golpeados por la fuerza de la naturaleza, decidieron presentar batalla con o sin ayuda del Gobierno. Su principal objetivo era lograr repoblar de pejerreyes el espejo para que recuperara el prestigio que tuvo tiempo atrás. Años de oro o dorados, como dicen los pescadores.

El dique Escaba comenzó a construirse en 1937, bajo la presidencia de Agustín P. Justo, pero la obra quedó inconclusa. Los trabajos se reiniciaron en 1943 y fueron inaugurados por Juan Domingo Perón en 1948. Serviría para generar la energía necesaria para Alberdi y otras localidades del sur, pero sus creadores jamás se imaginaron que ese espejo de unas 500 hectáreas se transformaría en un sitio pesquero de excelencia en toda la región.

Los deportistas más veteranos cuentan que allí se pescaban los pejerreyes más grandes -durante años fue el único lugar donde se podían capturar las “flechas de plata”-, bagres enormes y tarariras monstruosas. “Todos los clubes de pesca de la provincia consiguieron su espacio e instalaron casillas para que sus socios pudieran pasar la noche y desarrollar la actividad que tanto amaban”, recordó Miguel “Efemérides” Quesada, uno de los que vivió esos tiempos de gloria.

“Nunca me voy a olvidar lo que pasaba en los días previos a los concursos que se hacían allí. En esos tiempos no todos los pescadores tenían auto, por lo que la mayoría viajábamos en ómnibus hasta el sur. Pero el drama era que siempre se llenaba y muchas veces viajábamos. Nos bajábamos cerca del dique y desde allí caminábamos hasta las casillas. Otros directamente viajaban en motos o en bicicleta”, relató entusiasmado Quesada.

Pero con el correr de los años, ese paraíso fue perdiendo fuerza. La contaminación y las constantes sequías que generaron los espantosos blooms de algas fueron suficientes para acabar con todo lo bueno que allí existía. Desde entonces, pese a los intentos, el lugar se vistió de miseria.

Operativo salvataje

Hartos de sufrir, los directivos del Náutico se organizaron y comenzaron a trabajar. Determinaron que debían trabajar a la par de las autoridades para lograr recuperar la fauna ictícola. La comisión directiva encabezada por Manuel Uñate dio el primer paso: acordó con el ingeniero Juan Manuel Villa, titular de Flora y Fauna, que la repartición se encargaría de entregar alevinos y la entidad, además de sembrar los peces, edificaría una estación de piscicultura en Escaba para que en el futuro se hiciera allí la reproducción artificial. Y el plan, pese a los inconvenientes que se presentaron a lo largo de este año, se desarrolla con normalidad.

Hasta ahora se liberaron más de 1, 2 millón de ejemplares. “Estamos concretando un sueño. Sin peces es imposible hablar de un club de pesca o que venga gente a visitar este hermoso lugar. Y eso se lo debemos a las autoridades de Flora y Fauna, y a Carlos Riviere, que nos dieron una mano enorme para comenzar a concretar el milagro”, explicó Héctor Gallo, secretario del club.

Este es tan sólo el primer paso de un plan de trabajo que los especialistas estiman que tardará entre cuatro y cinco años para devolverle el brillo a este sitio pesquero. Ese es el tiempo que se tardó para recuperar El Cadillal, otro monstruo que estaba agonizando.

“Un alevino tarda al menos un año en alcanzar el tamaño de un juvenil. También llevaremos camarones para que los ejemplares tengan más y mejor alimento. De todas maneras este es recién el comienzo de la recuperación”, aclaró Riviere, el técnico que extrajo junto a sus colaboradores ovas y semen de pejerreyes de La Angostura y realizaron el proceso de fecundación y nacimiento en la estación de Pscicultura El Cadillal.

Fernando Quintana es el nombre de la persona que pacientemente se tomó el trabajo de buscar los alevinos y sembrarlos en las últimas semanas, tarea que muchas veces se dificulta por las condiciones climáticas o por el temor de toparse con un corte de ruta.

“Pero si todo marcha bien, en los próximos meses ya estará funcionando nuestra estación de piscicultura que será monitoreada por Riviere y por su gente. Gracias a eso será mucho más fácil repoblar el espejo. Además, ya estamos manteniendo contactos con dos biólogas de Alberdi para que nos ayuden. Lamentablemente, Domingo Flores, el hombre del club que siempre insistió con la creación de este laboratorio, falleció días atrás y por eso bautizaremos el centro de reproducción con su nombre”, informó.

En el establecimiento, según detalló Gallo, se realizará la fecundación y se producirán los nacimientos. Luego se los liberará en un piletón de cría y engorde de los peces. “Hicimos muchas pruebas con otras especies y también nos dieron buenos resultados. Con un grupo de amigos pescamos bogas pequeñas en el río Marapa, las trasladamos en tachos y las liberamos en el lago. Tenemos datos precisos de que se desarrollaron normalmente y hubo captura de ejemplares que llegaron a pesar más de dos kilos”, comentó el directivo.

Otro golpe

El 12 abril el sueño de los pescadores del sur sufrió un duro golpe. Ese día, el dique se desbordó y el Club Náutico, como gran parte de los pueblos que están río abajo, sufrieron graves daños: la rotura de los muros, la desaparición de los pozos ciegos y el daño de la pintura en la sede de la entidad.

“En un principio habíamos tomado la decisión de iniciar una demanda contra la empresa hidroeléctrica que opera la presa para que se hiciera cargo de las pérdidas que fueron estimadas en $ 500.000. Recolectamos todas las pruebas para comenzar con la acción, pero nos dimos cuenta de que no prosperaría. La misma posición tomaron los municipios y las comunas, porque sabíamos que no íbamos a llegar a ningún lado”, explicó Gallo.

¿Por qué siguieron adelante? “Porque consideramos que Escaba es una de las grandes bellezas que tiene Tucumán. Si a eso le sumamos que se puede pescar bien, no tenemos dudas de que volverá a tener vida. Y eso es lo que realmente buscamos: hacerlo resurgir, con o sin ayuda oficial, para el bien de todos ”, respondió con tono firme.


La veda en La Angostura

Aunque aún falta que se firme la resolución, el jueves 12 se levantaría la veda en La Angostura, único lugar de la provincia donde no se pueden capturar pejerreyes. Los técnicos de Flora y Fauna harán una serie de monitoreos previos a esa fecha para confirmar si se autorizará la pesca en el escenario que tiene prestigio nacional.

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