25 Febrero 2013
SALUDO. El Papa habló a los fieles desde la ventana de su estudio. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI dijo a las decenas de miles de personas que se congregaron ayer en la Plaza de San Pedro, para asistir a su último rezo del Ángelus antes de renunciar, que su decisión no supone un abandono de la Iglesia. El sumo pontífice alemán, de 85 años, quien tras renunciar el jueves a las 19 GMT pasará a ser su Santidad Benedicto XVI, es el primer Papa que renuncia desde el Siglo XV.
"El Señor me pide que me dedique más a la oración y la meditación. Pero eso no significa que abandone la Iglesia, sino lo contrario", dijo Benedicto a los fieles y curiosos que acudieron a verlo en la ventana de su estudio, desde donde se asoma a la plaza.
"Si el Señor me lo pide, es así como puedo seguir sirviéndole con la misma dedicación y amor que hasta ahora, pero de una forma que es más adecuada a mi edad y mis fuerzas", agregó.
Benedicto se dirigió a una multitud que le aplaudía y gritaba "Viva el Papa" enarbolando banderas y carteles. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, estimó que unas 100.000 personas acudieron a la Plaza de San Pedro.
El pontífice agradeció los gestos de cariño y señaló: "Siempre estaremos juntos en la oración". Además, escribió un mensaje en la cuenta de "Twitter" que abrió en diciembre: "En estos días cruciales, les ruego que recen por mí y por la Iglesia, confiando como siempre en la divina providencia".
Antes de dejar el cargo, Benedicto XVI volverá a reunirse con los fieles en la audiencia general de los miércoles, en la Plaza de San Pedro. Al día siguiente se trasladará a la residencia de verano en Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, antes de ingresar en un convento de clausura dentro del Vaticano, que actualmente están reformando. De acuerdo con las estimaciones, en Semana Santa, a fines de marzo, ya se conocerá quién es el nuevo Papa, que se elegirá el próximo mes. Benedicto XVI indicó que no interferirá en el proceso de elección y que se mantendrá en un segundo plano cuando su sucesor sea elegido, descartando la posibilidad de que la Iglesia Católica tenga dos Papas.
En los últimos días, en Italia han circulado informaciones que relacionan la renuncia del Santo Padre con un informe interno del Vaticano en el que se relatan casos de relaciones homosexuales, chantajes y corrupción en la curia romana.
El Vaticano ha criticado las informaciones calificándolas de "lamentables" e insistió en que la decisión del pontífice está estrictamente ligada a su avanzada edad. (DPA)
"El Señor me pide que me dedique más a la oración y la meditación. Pero eso no significa que abandone la Iglesia, sino lo contrario", dijo Benedicto a los fieles y curiosos que acudieron a verlo en la ventana de su estudio, desde donde se asoma a la plaza.
"Si el Señor me lo pide, es así como puedo seguir sirviéndole con la misma dedicación y amor que hasta ahora, pero de una forma que es más adecuada a mi edad y mis fuerzas", agregó.
Benedicto se dirigió a una multitud que le aplaudía y gritaba "Viva el Papa" enarbolando banderas y carteles. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, estimó que unas 100.000 personas acudieron a la Plaza de San Pedro.
El pontífice agradeció los gestos de cariño y señaló: "Siempre estaremos juntos en la oración". Además, escribió un mensaje en la cuenta de "Twitter" que abrió en diciembre: "En estos días cruciales, les ruego que recen por mí y por la Iglesia, confiando como siempre en la divina providencia".
Antes de dejar el cargo, Benedicto XVI volverá a reunirse con los fieles en la audiencia general de los miércoles, en la Plaza de San Pedro. Al día siguiente se trasladará a la residencia de verano en Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, antes de ingresar en un convento de clausura dentro del Vaticano, que actualmente están reformando. De acuerdo con las estimaciones, en Semana Santa, a fines de marzo, ya se conocerá quién es el nuevo Papa, que se elegirá el próximo mes. Benedicto XVI indicó que no interferirá en el proceso de elección y que se mantendrá en un segundo plano cuando su sucesor sea elegido, descartando la posibilidad de que la Iglesia Católica tenga dos Papas.
En los últimos días, en Italia han circulado informaciones que relacionan la renuncia del Santo Padre con un informe interno del Vaticano en el que se relatan casos de relaciones homosexuales, chantajes y corrupción en la curia romana.
El Vaticano ha criticado las informaciones calificándolas de "lamentables" e insistió en que la decisión del pontífice está estrictamente ligada a su avanzada edad. (DPA)
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