El límite es la denigración de la mujer

El límite es la denigración de la mujer

Mileva Pavicich, licenciada en psicología, sexóloga.

21 Julio 2012
Actualmente el sadomasoquismo es considerado como una parafilia dentro de las clasificaciones de los trastornos psicosexuales. Las parafilias -también llamadas desviaciones y anteriormente perversiones- son prácticas que se desvían de una norma tomada como estándar. Una novela erótica que plantea al sadomasoquismo como un modelo de relación a veces puede confundirse con el sometimiento, la sumisión y la denigración de la mujer. La lectura erótica aumenta y estimula la fantasía, esto es muy recomendado para mantener activo el deseo sexual y encender el fuego de la pasión. Lo peligroso es cuando el otro (en este caso una mujer) es tomada como objeto de deseo y de placer, donde no hay mediación de la voluntad y se causa daño físico y dolor.

Hay parejas o personas que pueden disfrutar del sexo con acuerdos que incluyen prácticas como ataduras y juegos y objetos que potencian al máximo el placer, sin causar daño alguno. Entonces hablamos del descubrimiento de nuevas y diferentes fuentes del placer, despegadas de lo social y moralmente aceptado.

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