Conocé una escuela hecha a tu medida

Conocé una escuela hecha a tu medida

Si no terminaste la primaria o debés materias de la secundaria esta es tu oportunidad.

EGRESADOS. De izquierda a derecha, Nora, Mónica y Víctor, junto a la profesora María Inés (Fines), durante la visita que hicieron a LA GACETA. LA GACETA / FOTO DE JOSE NUNO EGRESADOS. De izquierda a derecha, Nora, Mónica y Víctor, junto a la profesora María Inés (Fines), durante la visita que hicieron a LA GACETA. LA GACETA / FOTO DE JOSE NUNO
"Cuando cursaba el 4º grado de la primaria me sacaron de la escuela y me llevaron a Buenos Aires; mi infancia fue dura e ingrata. De chico trabajé de cadete y en otras actividades menores. Con los años la escuela pasó a ser algo del pasado; no había vueltas. Después, y ya con cuatro hijos y dos nietos, pensé que estudiar era una esperanza perdida. Hasta que una compañera de trabajo en Vialidad me habló del Plan Fines. ?Intentalo, vos podés?, me decía, y para mí era todo lo contrario, hasta que un día me animé y todo cambió. Ahora tengo sueños y me veo a futuro haciendo otras cosas, a pesar de mi edad. Ya terminé la primaria en el centro educativo que funciona en el sindicato de ATSA. Me costó porque soy medio duro; al principio sentía mucha vergüenza porque tenía compañeros de 20 y 25 años, pero los profesores son maravillosos, me ayudaron mucho. Fue una experiencia espectacular; me abrieron la cabeza, y ahora -siempre y cuando sigan ayudándome- empezaré la secundaria".

El testimonio de Víctor Reinaldo Vera (54) -empleado de Vialidad- emociona hasta las lágrimas. Habla de futuro cuando antes sólo había resignación por un pasado que no había elegido.

"Ahora sé que puedo", no se cansa de repetir, y mira agradecido a María Inés Soriano, quien trabaja en Fines y facilitó la búsqueda de estos testimonios para LA GACETA.

"Si me va bien este año con la secundaria me gustaría estudiar Astronomía. Siempre pienso en tener la oportunidad alguna vez de conocer el Laboratorio Astronómico de Ampimpa, y poder ver las estrellas más de cerca; acercar el cielo a mis ojos", pensó en voz alta.

Para Víctor y para otros miles de egresados del Plan Fines, su vida cambió radicalmente y ahora va por más. Sueña en grande. Y eso es precisamente lo que le dejó el volver a la escuela. En la provincia hay cientos de centros educativos en los que funciona este plan nacional que devolvió a tantas personas la esperanza de poder terminar la primaria o la secundaria.

Y ahora... Abogacía
"En Fines te respetan tus tiempos; elegís cuántas materias querés rendir de acuerdo con las necesidades de cada uno; si trabajás o estás ocupado con algún oficio no es impedimento; te acomodan los horarios", explica entusiasmada Nora Campos (56). Con cinco hijos y su trabajo en Salud Ambiental del Siprosa, ella se dio tiempo para terminar la secundaria que había abandonado en 1976 en la Escuela Normal. "Me fui de la escuela debiendo tres materias: química inorgánica de 4º año; y Matemática-Astronomía e Historia de 5º. Siempre he deseado tener el título, pero lo veía casi imposible", confesó.

Nora contó que su decisión de cumplir ese sueño se lo debe a una compañera de trabajo. "Ella me animó a inscribirme en el Cens Nº 114, que funciona por la noche en la Escuela Irigoyen. "La idea de volver a estudiar me parecía descabellada y sentía vergüenza, pero una vez que me inscribí todo cambió. Los profesores son como pulpos, cuyos tentáculos nos agarran y no nos dejan ir; es imposible dejarte vencer por el yo no puedo", afirma. "No puedo creer que ya esté tramitando mi título, y estoy apurada porque la cosa no termina acá: quiero estudiar Abogacía", anunció Nora como una noticia de último momento. Un broche de oro para la entrevista.

"¿Por qué yo no?"
Más joven, y acompañada por uno de sus tres hijos, Mónica Amaya (41), ama de casa, repasa el capítulo de su vida en el que se definiría su futuro. "Era 1989 y estaba cursando el 5º año; me llevé cuatro materias y nunca las rendí. Me casé, tuve a los chicos (21, 18 y 8 años), pero jamás dejé de preguntarme por qué había quedado eso pendiente en mi vida", comentó.

Dijo también que muchas veces intentó retomar los estudios, pero la realidad la superaba. "No me veía yendo de nuevo a la escuela; hasta que un día vi la propaganda en la tele acerca del Plan Fines en Tucumán. Informaban que podías rendir las materias pendientes y terminar la secundaria. Entonces me dije: esta es mi última oportunidad", reveló.

Mónica recordó esos años de espectadora, viendo cómo sus amigos y ex compañeros del Colegio Nuestra Señora de Luján se convertían en profesionales o adquirían buenos empleos. "¿Por qué yo no?" se preguntaba.

"Me inscribí en el Cens Nº 114. En cuanto ingresé ya sabía que podía lograrlo: los profesores me hablaron de los beneficios, de cómo iban a ayudarme, ya no estaba sola. Cumplí conmigo misma, y ahora mientras espero que llegue mi título estoy pensando en estudiar algún profesorado o algún idioma. También quisiera que mi esposo termine sus estudios. Esos son mis sueños", contó. "Fue una experiencia maravillosa, se la recomiendo a todos esos chicos que creen que la escuela no es para ellos, que dejaron de estudiar o no se animan a volver. A ellos, y a mi hija del medio -porque le parece muy duro estudiar- les digo que aprovechen, no pierdan tiempo, porque estudiar hace bien y te cambia la vida".

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