08 Agosto 2011
AL ESTE. En Hackney, la Policia intenta contener a los manifestantes. REUTERS
LONDRES.- La protesta de los jóvenes británicos amenaza con poner en llamas a Londres y obliga a las autoridades a acortar sus vacaciones para enfrentar el brote de violencia. Por tercer día consecutivo, los disturbios ganaron las calles.
Los manifestantes usaron botes de basura y carros de supermercado para agredir a los antidisturbios que intentan controlar la situación en previsión de una nueva noche de violencia, esta vez en torno a la estación central del conflictivo barrio de Hackney.
También saquearon varias tiendas de la zona para acaparar material para hacer frente a las fuerzas del orden.
En los barrios Lewisham, Croydon y Peckham también hubo actos vandálicos. En la zona de Lewisham, grupos de jóvenes prendieron fuego a dos coches y a contenedores. En Peckham, también en el sureste de Londres, incendiaron un ómnibus, y en Croydon prendieron fuego a varios edificios.
La ola de violencia se originó durante la madrugada de ayer, en Tottenham (al norte de Londres), y ya ha causado daños superiores a los 115 millones de euros.
Hasta ahora, unas 215 personas han sido detenidas por desórdenes públicos y saqueos, que la policía achaca a "delincuentes".
El primer ministro, David Cameron, ha decidido regresar a Londres para seguir los hechos en persona y para mañana ha convocado a una reunión del gabinete de crisis.
La génesis del conflicto se produjo el sábado, cuando más de 100 personas se congregaron para protestar ante la comisaría del área de Tottenham. El motivo era la muerte de un hombre de 29 años por disparos de la policía en un incidente acaecido el jueves anterior. (NA-Especial)
Los manifestantes usaron botes de basura y carros de supermercado para agredir a los antidisturbios que intentan controlar la situación en previsión de una nueva noche de violencia, esta vez en torno a la estación central del conflictivo barrio de Hackney.
También saquearon varias tiendas de la zona para acaparar material para hacer frente a las fuerzas del orden.
En los barrios Lewisham, Croydon y Peckham también hubo actos vandálicos. En la zona de Lewisham, grupos de jóvenes prendieron fuego a dos coches y a contenedores. En Peckham, también en el sureste de Londres, incendiaron un ómnibus, y en Croydon prendieron fuego a varios edificios.
La ola de violencia se originó durante la madrugada de ayer, en Tottenham (al norte de Londres), y ya ha causado daños superiores a los 115 millones de euros.
Hasta ahora, unas 215 personas han sido detenidas por desórdenes públicos y saqueos, que la policía achaca a "delincuentes".
El primer ministro, David Cameron, ha decidido regresar a Londres para seguir los hechos en persona y para mañana ha convocado a una reunión del gabinete de crisis.
La génesis del conflicto se produjo el sábado, cuando más de 100 personas se congregaron para protestar ante la comisaría del área de Tottenham. El motivo era la muerte de un hombre de 29 años por disparos de la policía en un incidente acaecido el jueves anterior. (NA-Especial)
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